La banda que detuvo hace unos días la Guardia Civil de Crevillent llegó a asaltar 44 viviendas, además de los robos con violencia e intimidación a mujeres y el tráfico de drogas que se le imputó en un primer momento tras la detención. Este es el resultado de la investigación que la Benemérita inició en noviembre de 2017 para disolver esta banda, formada por seis miembros, que fueron detenidos hace unos días. Cinco hombres y una mujer, de entre 20 y 35 años, que se habían unido para perpetrar estos asaltos e incluso robar marihuana de una plantación de otro grupo criminal. La operación, por tanto, también sirvió para acabar con estos cultivos de droga. Los agentes se incautaron de hasta 3.096 plantas, con un valor en el mercado de un millón de euros.

El grupo criminal surgió en un local de apuestas de Crevillent, donde se conocieron los jóvenes. Allí, según apunta la Guardia Civil, «decidieron que la forma más fácil de conseguir dinero para el juego era juntarse para robar, pues algunos de ellos ya contaban con antecedentes y eran reincidentes». Desde entonces, ese local sirvió de punto de partida para quedar y, con un vehículo, trasladarse a partidas rurales para robar en el interior de las viviendas.

Su radio de acción comenzó en Totana (Murcia). Allí robaron en dos viviendas y sustrajeron hasta un vehículo en una de ellas, que utilizaron después para realizar el resto de robos. Como la distancia desde Crevillent hasta este punto les hacía perder el tiempo, señala la Benemérita, decidieron cometer los robos en partidas rurales de del municipio, que les quedaba más cerca. Así, realizaron hasta 34 robos en casas de campo, donde sustrajeron joyas, objetos de valor y hasta refrescos y alimentos de primera necesidad. Esto era así, señalan fuentes de la investigación, porque eran tan aficionados al juego que no se gastaban dinero en comida, ya que todo el efectivo que conseguían lo destinaban al local de apuestas.

El cerco se redujo aún más cuando en enero tuvieron un accidente con el vehículo robado, por lo que comenzaron a realizar los robos en el casco urbano, donde podían acudir a pie. Así, cometieron otros seis asaltos a viviendas, escalando por las ventanas.

Dentro de este grupo, dos de sus integrantes llegaron a asaltar a mujeres, con arma blanca, para robarles dinero. Las mujeres eran jóvenes de entre 33 y 39 años.

Las detenciones se realizaron en Elche, Crevillent y Aspe, donde la banda tenía un piso en el que se almacenaba el material robado. Allí encontraron cuatro vehículos, numerosos aparatos electrónicos, 500 gramos de hachís para la venta al menudeo y 1.000 euros en metálico, que fueron requisados por los agentes de la Guardia Civil de Crevillent, para incorporarlos a la causa judicial.