Los baños públicos de la playa de Varadero y los bajos con los puestos de socorro, aseos y punto accesible de la Playa de Levante podrían estar rehabilitados antes de verano, para cumplir con los principios de accesibilidad en las playas y para hacer justicia, según los vecinos, al sello de bandera azul. Ya en octubre del pasado año la Junta de Gobierno Local aprobó que se iniciarían estos trabajos de remodelación de las instalaciones, y se anunciaron las mejoras que conllevaría transformar estas dependencias deterioradas con cincuenta años de antigüedad. Sin embargo, las obras no se acometieron porque quedaron sin aprobar en los presupuestos del ejercicio anterior, y tuvo que votarse una modificación de crédito. Al tratarse de un nuevo ejercicio, el plazo legal para que el Ayuntamiento pueda disponer del préstamo es el 28 de febrero, fecha en la que Caja Provincial de Crédito autorizará al Consistorio para hacer uso de ese crédito, que ya está concedido por valor de 53.765 euros para actuar en las dependencias municipales. Así este remanente se incorporará de manera prorrogada a la partida de gastos.

Es entonces cuando se abrirá el proceso de adjudicación de las obras para el que hay tres empresas que han presentado ofertas, aunque las reformas de las zonas de Varadero y Levante se harán de manera independiente, por lo que podrían ejecutarlas diferentes empresas y en plazos distintos.

Así, según la Concejalía de Playas, la idea es arrancar con la rehabilitación de las dependencias de la playa de Varadero antes de Semana Santa, aprovechando que estas instalaciones no se abren durante esa etapa del año y que las obras no serán de gran envergadura, porque sólo se ciñen a la adecuación de los baños.

Sin embargo, desde el Ayuntamiento asumen que es arriesgado iniciar las dos obras de manera paralela antes de Semana Santa, porque, si no llegan a tiempo, podría coincidirles con la temporada alta de turistas.

De esta manera, los bajos de la plaza de la Comunidad Valenciana junto a la playa de Levante comenzarían a reformarse integralmente después de las festividades, y acabarían antes de verano, para dar servicio a vecinos y visitantes durante la época estival. Según los planos elaborados por el Ayuntamiento de Santa Pola sobre este espacio, se cambiaría el sentido de los inodoros comunes y se habilitarían dos baños más para personas con discapacidad, teniendo en cuenta que hoy por hoy sólo hay un baño adaptado y los otras dos salas se utilizan como almacén.

Por otro lado, las dependencias de los socorristas quedarían desplazadas a la sala contigua, donde se levantará una pared para diferenciar la zona de atención al público del punto de socorrismo de la Cruz Roja de una sala de descanso, que en la actualidad no tienen.

Por otro lado, a estas dependencias se incorporará el servicio de punto accesible en la sala que hasta ahora ocupa el servicio de socorrismo, y se procederá a derribar un muro de piedra que obstaculiza el paso de personas con movilidad reducida.