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Especies en peligro, de refugio en Santa Pola

La depuradora ve en los últimos meses cómo medio centenar de aves y una planta en riesgo de extinción la convierten en su hogar

Flamencos en las Salinas de Santa Pola, en imagen de archivo. Sergio Ferrández

El entorno natural de Santa Pola se ha convertido en los últimos meses en cuna y refugio para multitud de flora y aves de paso o que viven entre sus aguas. No es un secreto que el Parque Natural de las Salinas de Santa Pola es uno de esos lugares, pero también sorprende que los espacios artificiales, como la Estación de Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) se convierta en otro de esos santuarios. Sin ir más lejos, la asociación Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA) han detectado recientemente, a través de un estudio, hasta 54 especies de aves acuáticas que tienen como hogar la depuradora santapolera. Y lo que es más importante, estas balsas también se han convertido en refugio para una planta acuática que está en peligro de extinción.

AHSA, en los últimos meses, ha realizado un estudio de la aves acuáticas presentes en las balsas de la depuradora de la villa marinera. Estos embalses que en su conjunto superan las 9 hectáreas de lámina de agua, regulan las aguas depuradas con destino a su uso agrícola. Construidos sobre un sustrato impermeable artificial, carecen de vegetación palustre en sus orillas. Aunque paisajísticamente no reúne unos valores destacables, tras ese aspecto desnaturalizado se encuentra un humedal de gran valor ambiental, aseguran desde el grupo ecologista. En estos momentos, las administraciones se encuentran en trámites para conseguir la declaración de Paraje Natural Municipal a la Sierra y el Cabo de Santa Pola, un entorno cercano a esta depuradora.

Además, destacan desde la agrupación ecologista, otra de los hechos que demuestran que los entornos naturales húmedos de Santa Pola son un refugio para aves, a veces en peligro, es que retornan a estas tierras. La villa marinera acaba de recibir la visita de un viejo conocido.

El invierno pasado, uno de los integrantes de AHSA localizó un ejemplar de correlimos tridáctilo en las Salinas de Santa Pola, que portaba anillas de colores. Se trataba de un ave anillada, en la isla Griend, en el mar de Waden, en Holanda. Este ejemplar fue marcado durante su migración posnupcial en agosto de 2016. Hace unos días se volvió a observar y a fotografiar al mismo ejemplar en la playa del Pinet , no muy lejos de las barras de las Salinas donde se vio el año pasado. En este periodo, volvió a ser observado en el mar de Waden en diferentes ocasiones en mayo, durante el paso prenupcial.Este ejemplar tiene fijada su residencia entre el país de los tulipanes y esta región. Este tipo de correlimos es una de las aves limícolas árticas que tienen un área de nidificación mas septentrional y realizan un espectacular desplazamiento migratorio desde la tundra ártica de Groenlandia o Svalvard en el oeste y las costas árticas de Siberia central por el este, donde nidifican, llegando hasta las costas de Sudáfrica. Algunas un poco menos esforzadas se quedan en las playas de la región.

Los humedales de Santa Pola han visto en el último año cómo la presencia de aves en sus aguas se incrementó. Las altas precipitaciones que regaron el sureste peninsular el invierno de 2017 contribuyó a que los humedales de la villa marinera y del resto de la comarca mejoraran su funcionamiento ecológico, según destacaron desde AHSA. Después de los episodios de lluvias a los que, desafortunadamente, siguieron unos meses con pocas precipitaciones se volvieron a inundar enclaves de los saladares de las Salinas de Santa Pola, en su periferia, que suelen estar secos o solo inundados a veces, con agua de mar. En este caso, la estampa de plenitud hídrica durante la primavera se debió al aporte de las precipitaciones, y dejó en verano una gran multitud de nuevos polluelos de aves. El nuevo agua supuso un aumento y aporte de nutrientes a estos enclaves y una renovación de sus aguas.Además, el arrastre de sedimentos provocó que crezcan y se multipliquen microorganismos vegetales y animales invertebrados que sirven de alimento a las aves y peces. Desde entonces, en las Salinas se han podido observar, entre otras muchas, diversas especies de chorlitos y correlimos. En las inmediaciones de la depuradora también se han registrado más de medio centenar de fumareles cariblancos, y zampullines y más de un centenar de cigüeñuelas y de porrones comunes.

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