La búsqueda de empleo es una de las mayores preocupaciones de una parte importante de la sociedad. Por eso, es fundamental potenciar las habilidades propias a la hora de encontrar un trabajo. Este es el caso de Juan Luis de Miguel y José Antonio Rubio, dos vecinos de Santa Pola que han participado en el programa de itinerarios integrados para la inserción sociolaboral de personas en situación o riesgo de exclusión social. Un proyecto que pretende promover la inclusión en el mundo laboral a través de talleres, cursos y ayuda personalizada.

El programa, que está subvencionado por el Fondo Social Europeo y la Generalitat Valenciana a través de la Vicepresidència i Conselleria d'Igualtat i Polítiques Inclusives, acoge a participantes de Santa Pola y de Gran Alacant que se encuentran en riesgo de exclusión social. El fin es promover la inclusión social, luchar contra la pobreza y cualquier forma de discriminación y favorecer la igualdad de oportunidades, a través de itinerarios individualizados de inserción sociolaboral. Esto es, diferentes cursos, talleres y entrevistas personalizadas para potenciar las habilidades de los participantes en la búsqueda de empleo.

Los participantes son derivados a este servicio especializado desde los Servicios Sociales, ya que forma parte de esta unidad, y dado que las personas no pueden ir de manera voluntaria, a no ser que hayan sido destinadas desde este organismo. Así, un total de 216 personas se han beneficiado del programa durante 2017. De estos, 65 usuarios, aproximadamente, se han insertado en el mundo laboral y cinco en el educativo, según destacaron las encargadas del proyecto, ya que, desde este servicio, no solo orientan en la búsqueda de empleo, sino también en la reinserción educativa.

De hecho, la inserción sociolaboral era una necesidad que reivindicaban desde el colectivo de Servicios Sociales antes de recibir la subvención de la Unión Europea, y esta ayuda económica ha permitido atender esta carencia para evitar el riesgo de exclusión social de muchas personas de la localidad, según destacó Cristina García-Dotor, trabajadora social y coordinadora del servicio. Así pues, debido al gran número de personas en riesgo de exclusión social en los Servicios Sociales, muchas no han podido ser derivadas y se han quedado sin ser atendidas.

Uno de los participantes del programa, Juan Luis de Miguel, llevaba desde el año 2008 sin trabajar, por lo que era considerado como parado de larga duración. El santapolero, que realizó el curso de habilidades de búsqueda de empleo, destaca la experiencia, porque le dieron técnicas para encontrar trabajo con mayor facilidad, por ejemplo, de creación de un currículum o de preparación de una entrevista.

A través de este programa, Juan Luis de Miguel ha conseguido un puesto de trabajo en el Ayuntamiento de Santa Pola, mediante un contrato de colaboración. Ahora, tras diez años sin trabajar y viviendo con una ayuda de alquiler, complementa las ganancias que tiene con esta colaboración con las prestaciones económicas por desempleo. Así, considera que fue una experiencia positiva porque, además de formarlo, le asesoraron y motivaron en la inserción laboral.

De hecho, las integrantes del servicio forman un equipo multidisciplinar que permite la formación y el asesoramiento de los participantes. Así, el grupo esta formado por una trabajadora social, que realiza un diagnóstico, orienta, y apoya en la búsqueda de empleo; una psicóloga, que aborda las dificultades personales; y una profesora, que realiza el asesoramiento sobre formación, alfabetización digital y el desarrollo de competencias básicas para potenciar las aptitudes de los participantes del programa.

Para José Antonio Rubio, participante del proyecto y desempleado desde hace un año, esta iniciativa le ha ayudado anímicamente, porque al quedarse sin trabajo se vio solo y el programa le ha impulsado a mejorar en la búsqueda de trabajo. Así, a pesar de que no haya encontrado empleo, ha realizado diferentes talleres como el de habilidades de búsqueda de trabajo, varios cursos de inglés, y el de manipulador de alimentos, que le han servido para enfocar la búsqueda y ampliar su currículum. Además, estos cursos son gratuitos para los participantes del servicio. Pero José Antonio Rubio destacó, sobre todo, que los cursos han sido un incentivo para salir de casa y levantar el ánimo, ya que ha conocido a personas con las que ha realizado otros talleres o actividades fuera del programa.

Además, una vez finalizados los cursos, los asistentes siguen teniendo el apoyo del servicio para resolver las dudas y preguntas que les surjan en cuanto a búsqueda de empleo o de ayudas económicas, puesto que realizan diferentes actuaciones. Así, ofrecen atención social para orientar a los participantes, potencian los conocimientos, aptitudes y actitudes para las actividades laborales, orientan a los integrantes para desarrollar diferentes técnicas de búsqueda de empleo, hacen talleres de alfabetización digital y ofrecen apoyo en el empleo para consolidar la permanencia. Todo ello, a través del acompañamiento individual durante el proceso para empoderar a la persona participante en la inserción laboral.