Los comercios y locales de Santa Pola podrán cambiar la ubicación de los expositores gracias la modificación de la ordenanza de ocupación de vía pública con mesas, sillas, sombrillas, toldos, expositores y otros elementos, que ha aprobado el Ayuntamiento. De hecho, los mostradores podrán situarse, también, en el borde de las aceras, siempre que no impidan el paso de peatones.

Así, la modificación contempla que los expositores de los comercios y locales autorizados en la acera deberán situarse pegados a la fachada o en el borde de la acera para no interrumpir el paso de los peatones, como han replanteado los Servicios Técnicos. Por su parte, los ubicados en la calzada se deberán colocar en sentido horizontal a la misma. Además, el ancho de la acera deberá ser superior a 1,50 metros.

Durante un plazo de 30 días, desde la publicación en el Boletín Oficial de la Provincia y en el tablón de anuncios del Ayuntamiento, los vecinos de Santa Pola podrán presentar reclamaciones o sugerencias, que serán resueltas en pleno. Una vez pasado este periodo, si no se han presentado reclamaciones, se considerará aprobada y, por tanto, entrará en vigor.

Sin embargo, el resto de aspectos de la ordenanza se mantienen. Así, las mesas y sillas no podrán estar situadas a una distancia menor de 1,20 metros desde los portales, dificultar la maniobra de entrada o salida a los vados permanentes o impedir la visión de señales de tráfico. Además, generalmente, las terrazas podrán tener un máximo de 25 mesas con un aforo de 100 personas, y el diseño de las carpas deberá de amoldarse a los criterios de esta ordenanza, tanto de diseño como de seguridad ciudadana.

En cuanto a las prohibiciones que afectan a la vía pública, esta ordenanza incluye la colocación de maquinaria como neveras, congeladores, planchas o máquinas expendedoras, la instalación de caballetes informativos con los menús, ofertas o publicidad en lugares que no estén destinados para ese uso, y la instalación de aparatos que emitan sonidos hacía la vía pública, y puedan molestar a los vecinos.

Así pues, las infracciones de la ordenanza podrán conllevar la imposición de sanciones, que dependiendo de la gravedad de estas podrán oscilar entre multas de 750 y 3.500 euros.