El entorno del Cabo de Santa Pola tendrá cinco zonas de aparcamiento acotadas para combatir los estacionamientos irregulares y limitar el tráfico rodado. Después de tres semanas en obras, ya han concluido los trabajos para crear cuarenta plazas de estacionamiento en la zona costera. Por el momento, el espacio habilitado está abierto al visitante, y los servicios municipales de jardinería están reforestando con plantas autóctonas, para que las zonas degradadas terminen integrándose en el entorno. Para potenciar la comodidad en la zona también se han instalado merenderos con áreas de sombraje para que los visitantes puedan tener un lugar de descanso. Por ahora, continúan trabajando en la señalética de acceso a los aparcamientos, que está diseñada y a falta de implementarla en los próximos días.
Desde la Concejalía de Urbanismo y Medio Ambiente están negociando con el Consell para instalar señales de tráfico en los extremos del Cabo, con el fin de limitar la circulación y advertir de la irregularidad de aparcar en zonas sin acotar que no están permitidas. Con esta medida se pretende descongestionar la zona costera y evitar la masificación de coches, sobre todo, en época estival, aunque se está a la espera de que la Generalitat acceda a tomar estas medidas, ya que es la propietaria del tramo vial.
En 2016, el Ayuntamiento de la villa marinera ya anunciaba que entre las actuaciones que podrían llevarse a cabo para el verano se contemplaba la instalación de una bolsa de cuatro zonas de estacionamiento más a lo largo del frente litoral. Unos trabajos que no se materializaron pero que podrían activarse próximamente, ya que «está en marcha la organización de cuatro bolsas de aparcamiento que darán cabida a 450 vehículos para evitar que se desborde la zona en verano»según explica Alejandro Escalada, concejal de Medio Ambiente.
Asimismo, desde el Ayuntamiento recalcan que las actuaciones realizadas con los aparcamientos próximos al mirador, además de los que quedan por habilitar, se encuentran en suelo municipal y no han requerido ninguna inversióm, ya que los materiales utilizados son reciclados. La plantación de especies autóctonas corre a cargo del vivero que tiene el Consistorio santapolero, además de los operarios de obras y jardines que también son municipales. Con esta medida se quedaría cubierta una necesidad que llevan años esperando algunos vecinos y visitantes, para que aparcar por toda la costa hasta la ermita del faro se realice de manera cívica y ordenada. Sin embargo, la medida también ha acarreado rechazo por parte de otros sectores.
