El paso más común cuando se piensa sacar un producto a la venta es testearlo anteriormente, o incluso exponer muestras al público para valorar si merecería o no la pena comercializarlo. Cuando de lo que se trata es de probar agua, por lo general, la población desconoce cuáles son las propiedades de este bien natural necesario para vivir.

Precisamente, la empresa distribuidora del servicio de agua en Crevillent, Hidraqua, instaló ayer hasta el mediodía una carpa informativa frente a sus oficinas del Paseo Fontenay con el fin de ofrecer una cata a ciegas de agua. La intención pasa por concienciar a los vecinos de que el agua de Crevillent cumple con todos los índices de calidad y que además tiene propiedades beneficiosas para la salud.

Los técnicos dieron a probar a los crevillentinos tres variedades de agua de distintas procedencias para que, con todos los sentidos, analizasen las características organolépticas de cada tipo,es decir, qué sabor, olor o aspecto visual presentaban, para más tarde decantarse por el agua potable del municipio, por otra extraída de pozos o embotellada.

En este sentido, según la gerente de Hidraqua, Isabel Butrón, la cuestión sobre el sabor es subjetiva, «ya que viene determinada por la costumbre o por los hábitos». Maria García, después de hacer la cata, admitía que el sabor de la muestra de Crevillent le gustaba, pero que en casa preffería beber agua embotellada porque los médicos se la recomendaron antes que la del grifo, porque «traía mucha cal». Por otro lado, una parte de la población consume agua potable filtrada mediante tratamientos de purificación del agua, como José Piñero, que lo utiliza desde hace años porque se lo aconsejaron para prevenir su problema de asma.

Para desmitificar algunas teorías que han calado en la sociedad sobre el consumo directo de agua potable, Isabel Butrón señaló que los sistemas de osmosis inversa son innecesarios porque «el agua de Crevillent ya viene osmotizada desde la desaladora, además muchos de esos sistemas cambian los iones de calcio o de magnesio por los de sodio, con lo que puede resultar perjudicial para personas, por ejemplo, con la tensión alta. Lo que hay que hacer es informar a la población»

En esta línea, el agua de Crevillent, suministrada por la Mancomunidad de los Canales del Taibilla, se acoge al decreto de calidad del agua de consumo (140/2003) de uso mínimo de cloro y tiene certificación medioambiental.