Santa Pola vio como se cerraban este verano dos de sus playas debido a vertidos en la temporada estival. El primer cierre fue el de las calas de Santiago Bernabéu por culpa del vertido de aguas fecales, como consecuencia de las lluvias registradas en agosto. El Ayuntamiento y el Consell tuvieron que trabajar en común para solucionar la fuga y garantizar la seguridad de todos los bañistas en las playa. En este caso, se analizaba si la obstrucción de un conducto pluvial es el origen de las irregularidades. La siguiente fue el canal Virgen del Pilar y Playa Lisa en septiembre, y ahora se investiga el origen de las irregularidades fuera de Santa Pola.