Los empresarios del polígono del Boch, de Crevillent, están en pie de guerra ante la acumulación de basuras en los contenedores de la zona y exigen una respuesta inmediata por parte del Ayuntamiento. Los propietarios de las fábricas y de los restaurantes del área industrial quieren que se alcance una solución antes de que finalice el recién estrenado mes de agosto. «En estas condiciones no podemos trabajar en septiembre. Esto es una vergüenza, con el calor de estos días los olores son todavía peores y no podemos realizar nuestro trabajo en un entorno óptimo», proclaman los trabajadores.

Su principal lamento llega por la falta de limpieza en las calles del polígono, pese al cambio que ha habido en la contrata de las basuras del Ayuntamiento. «Han cambiado unos contenedores por otros nuevos pero no nos han puesto más, cuando saben que los necesitamos porque las basuras se nos amontonan aquí», es otra de las quejas que presentan los usuarios del área. Su protesta también llega por la falta de barridos en sus aceras. «Aquí parece que si no llueve no se limpia nada», añaden con resignación.

En este polígono se trabaja de lunes a domingo y es muy concurrido por visitantes de toda la provincia para comprar, así como de otros puntos cercanos: Valencia, Albacete, Murcia, Almería... Los propios empresarios reivindican que a día de hoy tienen que ser ellos mismos los que se ocupen de la limpieza para mantener su entorno laboral en las condiciones más decentes, lo que repercute directamente en los propios trabajadores, que en muchas ocasiones tienen que adelantar su hora de entrada entre 20 minutos y media hora.

Ante este panorama, los empresarios han puesto en marcha una campaña de recogidas de firmas para elevar su queja hasta el Ayuntamiento. «Desde la Concejalía de Servicios no nos hacen caso y esperamos tener listas las firmas en un par de semana», apuntan los afectados. Ahondan en que quieren soluciones de cara a septiembre y que están dispuestos a tomar otras medidas de presión para que se les escuche, como el corte de calles o las manifestaciones.

La suciedad que se acumula en el polígono también tiene otro efecto colateral, ya que provoca la abundancia de plagas de cucarachas y moscas. «La gente de fuera que viene a comprar se lleva esta imagen de Crevillent. Paseamos nuestro nombre por todo el mundo y ahora lo están ensuciado», añaden los empresarios afectados por la suciedad.