La polémica entre los comerciantes y el equipo de gobierno por el cierre y corte al tráfico de varias calles céntricas de la villa marinera, que entró en vigor hace dos semanas, alcanza también a los usuarios y viandantes del municipio costero. Las opiniones están divididas entre quienes apuestan por mantener peatonalizada la zona centro y parte de la fachada marítima de Santa Pola y aquellos que se quejan de que este proceso está provocando muchos quebraderos de cabeza a residentes en el centro, a conductores que no acaban de acostumbrarse al cambio de direcciones y a quienes han tenido más de un percance por choques o por confusiones al circular en dirección contraria o en zonas restringidas al tráfico.

La mayor parte de las personas consultadas coinciden en que la peatonalización de las inmediaciones del centro invita a «pasear sin tensión y con tranquilidad con la familia durante el fin de semana», tal y como señala una visitante de la villa marinera. Por otro lado, los preguntados también guardan cierto recelo al hablar del cambio de direcciones, aunque aportan que «es un lío». Alguno señala que «cada vez que intento salir de la ciudad parece que estoy en un tiovivo». «No estoy en contra del cambio, pero creo que algo no funciona bien, y para muestra, los choques entre vehículos», añade este santapolero.

La implementación de la humanización en el centro de Santa Pola aún está por afianzarse y, de hecho, el viernes terminó de completarse la colocación de leyendas que indican el permiso para carga y descarga en varias señales de las calles Almirante Antequera y Muelle. Estas indicaciones también se han colocado en la calle Deán López. Los comerciantes están en contra del corte de calles porque consideran que la gente ya no baja al centro en coche y, en su lugar, prefiere acceder a otros comercios que están lejos del centro o bien fuera de la localidad.

Al respecto, una santapolera señala que «no tiene sentido lo que los comerciantes comentan, no creo que repercuta en las ventas». «Yo me acercaré igual si necesito algo a los comercios y si voy andando tendré más tiempo para pararme a mirar», razona.

La Policía Local sigue controlando los puntos más conflictivos del tráfico que provocan problemas. Por su parte, el edil de Infraestructuras de la localidad, Francisco Soler, ya ha anunciado que «si los conductores van en contra de las señales habrá que poner multas a mansalva».