La celebración de la primera mesa sobre el plan estratégico de industrialización se aproxima en la agenda de Crevillent. La comisión especial de empleo se reunirá para aportar las primeras propuestas y concretar uno de los primeros ejes en los que se van a trabajar. Entre algunos de los temas propuestos que ya se empiezan a barajar para este proyecto, se encuentra el de romper con la carencia de infraestructuras de transporte que conectan la zona industrial con vehículos que no sean coches. De hecho, según el informe de la empresa Arvum y la Universidad de Alicante en el que se basa esta estrategia de desarrollo para Crevillent, destacan varias deficiencias en las conexiones del municipio alfombrero.

Según los datos, una vez analizadas estas infraestructuras, se dieron cuenta de que hay dos ausencias fundamentales que podrían vertebrar el movimiento en la localidad. Una es la inexistencia de un carril bici y otra es la ausencia de transporte público para llegar a los polígonos industriales.

Estas deficiencias en el ámbito de la movilidad hacen que sea necesaria la dependencia del transporte privado para llegar a los polígonos donde se produce la actividad laboral.

Por este motivo, esa será una de las aportaciones que se debatirán en la mesa especial de empleo y plantear cómo mejorar las conexiones con los polígonos.

En un sentido parecido, Crevillent ya solicitó hace un mes al Consell la creación de una nueva línea de autobuses que comunique la estación de Ferrocarril con el municipio, dentro del nuevo mapa que realiza la Conselleria de Obras Públicas en la concesión de la red de transporte de viajeros por carretera.

En esta petición se incluía la inclusión de varias paradas de autobús en la N- 340 a la altura del polígono industrial Faima y también en el área del las instalaciones de fábricas y almacenes en el sector I-7, más conocido por polígono de Lifante. Estos posibles avances serán algunos de los que se hablen en la próxima cita para dar forma al plan.

Esta idea entraría dentro del eje de gestión e infraestructuras, en el que se contempla una serie de líneas de actuación bajo un paraguas de gestión, en la que un agente pueda centralizar las responsabilidades y la comunicación desde el Ayuntamiento frente al sector industrial, así como la mejora de la organización interna y la comunicación externa.

El presupuesto de 2017 contempla 80.000 euros que se tendrán que usar a lo largo de lo que queda de año para materializar los primeros pasos de un ambicioso plan que tiene prevista su implementación en seis años.

Por otro lado, otro de los temas que pueden estar encima de la mesa es cómo abordar la economía sumergida y mejorar la situación frente al desempleo.

Según el alcalde de Crevillent, César Asencio, las cifras de desempleo están infladas porque existe mucha economía sumergida y es «un gran cáncer», sentenció. Este año, los números del paro se redujeron en 250 personas con respecto a 2016. Mientras que en 2012 la cifra de personas desempleadas se situó en 5.300, la cantidad que se baraja ahora en el municipio es de 3.600 personas.

Por este motivo, y ya que prima la industria en Crevillent, se abordará este tema y se dedicarán esfuerzos en tratar de entablar contactos con otras administraciones y agrupaciones para erradicar esta práctica. La idea es que, además, en los tres próximos años se pueda reducir la cifra de desempleo en 3.000 personas.

Sea como sea, los primeros pasos del plan industrial deben comenzar a darse para poder ver grandes cambios en seis años.