Las obras de adecuación en la calle crevillentina de Sanchís Guarner trae de cabeza a padres, madres y alumnos que han de cruzar la vía para acceder a los centros escolares Francesc Candela y el instituto Macià Abela. Por este modelo, piden más seguridad en los trabajos de renovación de esta zona crevillentina.

Y es que la remodelación de este enlace en el municipio, que está siendo ejecutada por la empresa Talleres y Conducciones Juanito, ha requerido en los últimos días la actuación improvisada de la Policía Local para revisar el tráfico en algunos tramos en los que los alumnos del instituto Macià Abela han de circular por la calzada al estar obstruidas las aceras y los pasos de cebra por las barreras de seguridad para la entrada al centro de educación.

Los policías que se encontraban en la zona por la mañana controlaron el paso de peatones y de vehículos y, de hecho, la propia Policía Local ya había advertido al Ejecutivo local del peligro presente para los escolares ante unas medidas de seguridad en las obras insuficientes.

Ante esta situación, algunos padres manifestaron su postura a favor de que hubiese sido más adecuado iniciar las obras tras el curso escolar para evitar estas situaciones de eventual peligro.

Por su parte, el grupo local de Compromís ha llevado en dos ocasiones a la comisión de obras municipal las quejas por este motivo y, en su segunda reunión, pidió que se abriera un expediente por incumplimiento de contrato a la empresa adjudicataria de las obras, argumentando que no cumple con el plan de seguridad.

Recientemente, el grupo de Compromís expuso por primera vez su queja y el concejal de Obras, Manuel Moya, trasladó a la empresa la preocupación de la comisión de obras por la seguridad en el área y aportó, posteriormente, información de los trabajos que se estaban realizando en el momento para subsanarlas. De este modo, concretó que los protectores de las varillas metálicas que se instalan para alinear los bordillos de los alcorques habían desaparecido en todas las ocasiones que los empleados las habían colocado, quedando el metal al descubierto. Al parecer, las piezas de plástico son muy fáciles de extraer y había desaparecido un centenar de ellas. Así, la delimitación del área de intervención de las obras que estaba marcada con una cinta y sujeta por varillas, se cambió por otro balizamiento y se limitaron las intervenciones en alcorques para evitar que hubiera muchas varillas en el área.

El concejal también explicó que para las zanjas abiertas para instalar la red de riego por goteo, de unos 40 centímetros de profundidad, no es obligatorio ninguna delimitación. No obstante, se tuvo la precaución de adoptar las medidas de señalización para mejorar la seguridad. Esas zanjas ya están tapadas tras acabar dicha instalación.

La vía de Sanchís Guarner del municipio alfombrero estrenará nuevo aspecto y firme de calzada a mitad de este verano.