«La jornada fue bien, aunque ha faltado gente, han venido pocas personas pero han flipado con la visita». Así lo afirma José Manuel Blasco, guía de Santa Pola Turismo, encargado de la visita para la observación de aves en las Salinas de Santa Pola en el Día Mundial de los Humedales, que se conmemora el 2 de febrero. En un recorrido por el parque natural, los asistentes pudieron identificar más de veinte especies de aves distintas, entre ellas algún charrancito, una garceta cangrejera, o un pato colorado, ejemplares difíciles de ver. Además, según Blasco, la caminata dejó estampas preciosas, como la de una banda de unos 90 flamencos volando raso o la de ocho especies muy dispares de pájaros juntos, como gaviotas, azulones y garzas.

El de las Salinas es un humedal declarado de importancia internacional al estar incluido en la lista Ramsar, está protegido como parque natural, y declarado mediante una directiva europea como Zona de Especial Importancia para las Aves (ZEPA).

Para el guía de Turismo en Santa Pola, un punto importante para la conservación de las áreas naturales es darle valor y difusión. Por ello quedó satisfecho de la salida, en colaboración con el Museo de la Sal, ya que al final de ella, «una señora me agradeció durante casi media hora que le hubiese descubierto las Salinas desde una nueva perspectiva. Eso me alegró el día», aseguró Blasco. «Además, al final de la jornada me supo nombrar y reconocer dos aves que antes desconocía: una avoceta y una cigüeñuela; y un fotógrafo me pidió todos los nombres de los pájaros para etiquetarlos correctamente». Esta jornada sirvió también para poner en relieve la importancia de proteger los humedales. Según la Asociación de Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA) estas zonas en el sudeste alicantino se encuentran en peligro. En la villa marinera es debido a que las azarbes de Carrizales corren peligro de desaparecer con la implantación del riego presurizado y son las que riegan algunas de las charcas más valiosas de las Salinas, como son el Xarcol, Santa Fe y Agulló. Así AHSA pide la protección de la huerta tradicional para mantener estos ecosistemas de gran valor.