El canal de acceso para salida y entrada de embarcaciones de recreo en la zona natural del Bancal de l'Arena, en el Cabo de Santa Pola, se ha convertido en un dolor de cabeza para sus usuarios. Las personas que pretenden remolcar o botar sus pequeñas embarcaciones con la ayuda de sus coches se quedan, en muchas ocasiones, atascadas en la rampa acondicionada. Los motivos principales son tres. La arena en la zona suele estar poco compacta y dificulta el agarre de los neumáticos de los coches. Además, las playas del Cabo de Santa Pola se encuentran desde hace un año inmersas en un proyecto de regeneración de las costas del CIMAR, y, por ello, el Ayuntamiento tiene esta parte del litoral santapolero sin mantenimiento y con la mínima intervención de la mano humana. Por este motivo, es común que aparezcan restos de plantas y algas marinas y residuos que provienen del mar y se acumulan en este entorno. El tercer motivo es que el temporal de lluvias del pasado mes ha multiplicado la cantidad de residuos de mar de fondo que se apostan en esta zona y ha humidificado más la orilla propiciando la creación de charcos.

Este cóctel de circunstancias ha originado la queja de los usuarios que encuentran dificultades para llevar sus lanchas, zodiacs o kayaks hacia las aguas de la villa marinera. Los fines de semana suelen ser los días de mayor uso de estas rampas. Uno de los usuarios, Óscar Guillén, quien usa su coche para remolcar una lancha semirrígida, aseguró que fue un caos el poder acceder al mar la semana pasada, debido a que los neumáticos delanteros de su coche se quedaron atascados en la rampa, «como si estuviera en el barro de un rally», detalló. Guillén consiguió salir del paso con la ayuda de un vecino que había aparcado fuera y que le asistió para desatascar las ruedas.

Soluciones

La concejal de Playas, Mercedes Landa, aseguró que, de manera excepcional, y debido a los problemas que registran los usuarios de este canal de entrada y salida de embarcaciones, mandarán que la empresa Urbaser acondicione la parte del acceso que da problemas, limpiando los restos que puedan haber llegado por el temporal. La solución pasa por tocar lo mínimo el área natural. Landa aseguró que se trata de una labor que se sale de la norma porque el proyecto de regeneración de la costa sigue en marcha en todo el Cabo y se está comprobando que ayuda a paliar los efectos de los temporales. Esta playa está situada en una zona de protección especial y de gran valor paisajístico y medioambiental.

Por su parte, el concejal de Medio Ambiente, Alejandro Escalada, recomendó a los usuarios que utilicen el canal de acceso en la zona de Vatasa, que también está disponible, y que no ocupa una zona natural de la villa marinera.

El Ayuntamiento cerró el pasado verano de manera definitiva la rampa para embarcaciones de recreo situada junto al Club Náutico. La decisión, según el equipo de gobierno, fue por motivos económicos, porque su mantenimiento resultaba demasiado costoso, y por seguridad, ya que los remolques ocasionaban incidentes con peatones y otros vehículos en un área muy transitada.