El Consell ha dado carpetazo por la vía administrativa a la instalación de la planta de tratamiento y valorización de residuos de la construcción en La Palaya. La Comisión Territorial de Urbanismo de la Conselleria de Vivienda decidió ayer denegar la Declaración de Interés Comunitario (DIC) para el vertedero de residuos que solicitó la empresa Excavaciones Crevillente SL, concesionaria del proyecto. Según el Gobierno autonómico, la utilización de suelo no urbanizable para actividades industriales o mercantiles es excepcional y responde a criterios de interés para el municipio y estima que esta obra no los cumple. Esta respuesta satisfizo a los vecinos del área, que se opusieron firmemente a la obra y, por ello, presentaron el pasado verano alegaciones para su paralización. En última instancia, todos los grupos políticos se opusieron en el pleno.

En este momento, la empresa tiene un mes para interponer un recurso de alzada ante el secretario autonómico de Vivienda si desea seguir con el proyecto adelante.

Vecinos y los grupos de la oposición de Crevillent iniciaron el pasado agosto protestas en contra de la construcción de la planta de La Palaya, cuyo proyecto presentaba deficiencias, según el informe del arquitecto municipal. Los vecinos afectados realizaron un modelo de alegación ante la ubicación y ante la falta de información sobre el proceso de instalación del recinto. Lo pusieron a disposición de todos los crevillentinos que quisieran apoyar su postura para que pudieran firmarlo y presentarlo ante el Ayuntamiento.

El grupo socialista y el de Compromís se reunieron con el director general de Territorio, Urbanismo y Paisaje del Consell para conocer el proceso administrativo de primera mano y trasladarle la inquietud por la situación. A las alegaciones y protestas de los vecinos y la oposición contra la planta de tratamiento de residuos se unieron en septiembre los contactos del alcalde, César Asencio, con la empresa Excavaciones Crevillente SL, para que retirara su solicitud de autorización al Consell. El informe municipal del arquitecto indicaba que no se aportó el estudio de ruidos, algo imprescindible para autorizar su instalación en el área de la sierra. La aprobación por unanimidad de la moción presentada en el pleno de septiembre conjuntamente por Compromís, PSOE, Ciudadanos y l'Esquerra fue determinante a la hora de desestimar la DIC por parte de la Conselleria. La Junta de Gobierno Local del 25 de octubre también hizo patente este rechazo.

El expediente de este caso se inició en 2015, cuando el Consell requirió al Ayuntamiento informes urbanísticos para analizar la viabilidad del proyecto. El informe del arquitecto municipal indicó entonces que la solicitud de la empresa estaba incompleta. Desde entonces varias fueron las reclamaciones desde el Gobierno autonómico para completar la documentación que culminó en junio de 2016, cuando un nuevo informe evidenció que también faltaba el estudio de impacto sonoro. Fue en ese momento cuando empezaron las movilizaciones en el municipio.

Reacciones

El concejal de Obras, Manuel Moya, recordó que, a pesar de la denegación de la construcción de esta instalación, «es importante que Crevillent disponga de una planta, en la ubicación adecuada, para resolver el problema de contaminación que se produce por los depósitos incontrolados».

Desde Compromís, su portavoz, José Manuel Penalva, afirmó que están muy contentos con el trabajo realizado y agradeció a la oposición el apoyo para posibilitar la moción conjunta. La concejal no adscrita, Lelia Laura Gomis también celebró que la decisión del Consell coincida con su criterio y su voto en el pleno de septiembre.

Por su parte, para el portavoz de l'Esquerra, Josep Candela, la noticia es una victoria de los vecinos que se movilizaron en contra de la ubicación de la planta y es una prueba de que la organización y la presión ciudadana es esencial para determinar la política local, según señaló.