En las playas de Elche y Santa Pola los efectos del temporal de la pasada semana se dejan aún sentir. De hecho, las fuertes lluvias de la semana pasada han mermado bastante las playas en El Altet, Arenales del Sol, el Carabassí, El Pinet, La Marina y Les Pesqueres-El Rebollo en Elche, así como el litoral de Santa Pola.

Algas anarajandas en la mayoría de los casos fueron arrastradas fuera del agua y en algunos tramos permanecen desde entonces. Esta acumulación de algas impiden también el paso de los que aún se atreven a caminar por la orilla y que comentan el panorama más que desolador que se encuentran en el camino o que divisan desde los paseos marítimos.

Plásticos y maderas también continúan esparcidos por la arena del litoral, así como algún resto de boya que se soltó de su anclaje debido al fuerte viento y al oleaje de hace dos fines de semana.

Papeleras desplazadas, lavapiés removidos en su base, alguna de sus conducciones incluso rota son algunos de los ejemplos que se pueden encontrar todavía a lo largo y ancho del litoral ilicitano y santapolero debido a que los responsables municipales y las brigadas de limpieza aún no han acometido la retirada de resto y la reparación de las infraestructuras que se vieron dañadas por el temporal.

Pese a todo, la cálida jornada de ayer, donde las temperaturas resultaron más propias de la primavera que del mes de diciembre que toca a su fin, invitó a muchas personas a pasear por la orilla de las playas ilicitanas y santapoleeras para disfrutar de una jornada de sol. Pocos, aunque algún intrépido que otro, no dudó en enfundarse el traje de baño y disfrutar en pleno invierno de las cálidas aguas del Mediterráneo dándose el último chapuzón del año. Tras la tempestad, siempre vuelve la calma.