La «Caleta dels Gossets» se está colmando de usuarios y apoyos en sus tres semanas de apertura al público. Desde el 30 de abril, día de la inauguración ya han pisado la arena de la cala casi 500 personas durante los fines de semana, momento del que se disfruta de la vigilancia de un guarda.

Isaac, el encargado de controlar la playa y de limpiar cuando el servicio de Urbaser no está disponible, asegura que el ambiente que se respira en el área es de total respeto al medio marino y que no ha habido ningún incidente reseñable.

Al parecer, la playa canina está contentando a la mayoría de los santapoleros salvo, comenta el guarda, unos pocos usuarios que solían pasear y bañarse en esta cala y que ahora, dice, prefieren caminar por los litorales adyacentes.

No obstante, la opinión mayoritaria parece ser de satisfacción ante el proyecto, que se ha convertido en la segunda playa para perros en la provincia tras la de El Campello. Así, según comenta Rosa, representante de Aspetga (Asociación de Propietarios de Mascotas de Santa Pola y Gran Alacant), mucha gente está acudiendo a la playa desde muchos puntos de la provincia puesto que se está convirtiendo en un punto de referencia para los que quieren disfrutar de la costa con sus canes.

Además, desde el colectivo apuntan que están muy contentos porque se les concedió tener arena en la cala. Esta fue una de sus principales reivindicaciones y uno de los motivos que está haciendo que la «Caleta dels Gossets» haga las delicias de los perros, que protagonizan carreras y revolcones en la tierra constantes. Este suelo también contenta a los usuarios, que según comentan es un punto fuerte porque permite clavar sombrillas y pasar ratos más largos. «Los animales pueden correr sin sufrir daños entre las rocas», añade otra usuaria del lugar.

Espacio y badenes

También existen algunas incertidumbres alrededor de la «Caleta» Parece que podría surgir el problema a medio plazo de que la playa se abarrote de visitantes. «Nos va a faltar playa» comentan desde Aspetga. Y es que a falta de que comience la temporada alta, a partir del 10 de junio, la playa ya está bastante concurrida. Ante los posibles inconvenientes de tener a demasiados canes juntos y las posibles peleas que pudieran originarse, los usuarios se muestran tranquilos, puesto que no creen que pase nada más grave de lo que puede ocurrir en un parque y además, esperan, que ante los imprevistos, los propios visitantes y el Ayuntamiento sepan reaccionar de la manera adecuada.

La tercera cala del cabo está de estreno, además, ya que, el 16 de mayo se procedió a colocar las señales indicadoras, en las que se informa sobre las normas y las posibles sanciones ante los incumplimientos. Según el reglamento aprobado, aún quedan por instalar los badenes para reducir la velocidad de los vehículos en los límites de la cala. Se espera que en las próximas semanas ya estén habilitados.

Por su parte, la asociación Aspetga realizó una limpieza y convivencia en la playa el pasado 8 de mayo en la que quisieron plasmar el respeto por el medio marino. Ese día, también instalaron carteles en las papeleras indicando la importancia de mantener el entorno en aseado.

Hasta el momento no se ha tenido que sancionar a ninguna persona por incumplir las normas, según confirma el guarda, Isaac. El vigilante, además, se encarga del seguimiento del lector de microchip de los animales, requisito indispensable para acceder a la cala. También controla que las vacunas que estén actualizadas.

Tras el exhaustivo proceso de reglamentación para convertir la tercera cala del Cabo en la «Caleta dels Gossets», la iniciativa ha sido, por el momento, un acierto y un logro de los vecinos del área y las partes artífices del proyecto.