El AMPA del Colegio Puig Jover de Crevillent ha comenzado con un ciclo de protestas ante el Consell por los atrasos para concederle la jornada continua en sus aulas. Anuncian una serie de paros manteniendo las aulas vacías algunas tardes. La primera jornada de reclamaciones fue el jueves con el seguimiento total de padres, madres y personal del centro educativo. Las próximas jornadas serán este jueves y los martes 17 y 24 del mismo mes.

Esther Ferrer, presidenta del AMPA del Colegio Puig Jover, pidió ayer que la Generalitat deje de retrasar la resolución de la propuesta que negocian con la Plataforma por la Libre Elección y respondan lo antes posible, puesto que el lunes comienza el proceso de matriculación para las escuelas de Primaria. Según Ferrer, el secretario autonómico de Educación, Miguel Soler, les ha asegurado que sí lo aprobarán, pero los plazos se demoran.

Condiciones especiales

El CEIP Puig Jover se encuentra a seis kilómetros del núcleo urbano de Crevillent. Conocido como «el colegio de La Estación», cuenta con 32 alumnos y alumnas que deben acudir en coche o en bicicleta. Las viviendas de los alumnos están fuera del municipio, dispersas a unos dos o tres kilómetros de la escuela. Además, no dispone de comedor escolar o de actividades extraescolares, hecho que les reclaman desde Conselleria para implantar la jornada de 9 a 14 horas. Para la representante del AMPA, el centro cumple con una condición, a su juicio, más importante, que es que la totalidad del grupo piensa que la jornada partida no es beneficiosa para sus hijos e hijas y que es una decisión que respaldan también el personal del centro educativo y el concejal de Educación, Miguel Ángel Sánchez. Las negociaciones seguirán su curso en las próximas semanas, según explican desde la Plataforma por la Libre Elección.

Motivaciones pedagógicas

El director del CEIP, Miquel Salinas, también se posiciona a favor del cambio por motivos pedagógicos. Para el docente, la jornada partida hace que las pausas del recreo y la comida retrasen el ritmo de las clases y que el alumnado llegue muy cansado a las lecciones. Para el director, hacer pausas más cortas optimiza el tiempo en clase. Salinas cree que debe seguirse el ejemplo de las jornadas intensivas en junio y septiembre. En este período los alumnos acuden una hora menos al colegio y la forma de organizar las lecciones es distinta y se gana tiempo.