Santa Pola pondrá solución a los problemas de falta de presión de agua en las viviendas de Playa Lisa con una renovación de tuberías de más de cuarenta años, que nunca habían sido sustituidas. La empresa concesionaria, Hidraqua, será la encargada de acometer en las próximas semanas las obras en la avenida de Ronda, concretamente entre los tramos de la calle Consueta y Cartagena.

Según el concejal de Infraestructuras, Francisco Soler, la renovación de las redes hidráulicas permitirá mejorar el caudal en las viviendas de este barrio santapolero, con problemas por la antigüedad de los conductos del agua. En esta línea, el desgaste por el paso del tiempo, unido a los daños de las raíces de los árboles y los sedimentos acumulados habían puesto en jaque la presión del agua en los propios inmuebles.

«El diámetro de las tuberías se había reducido mucho, por lo que el reparar las redes hidráulicas va a suponer que llegue el agua a los grifos de las casas en condiciones, con un caudal adecuado, además de que se va a eliminar el fibrocemento», explicó Soler.

Con ello, este tramo, de alrededor de 200 metros de longitud, era uno de los asuntos pendientes de mejorar en Playa Lisa y se estima que la actuación pueda beneficiar a unos 3.000 abonados aproximadamente.

Al mismo tiempo, una vez que finalicen los trabajos de colocación de las redes hidráulicas, las aceras afectadas también se verán renovadas. «El Síndico de Agravios nos había requerido en varias ocasiones actuar en la zona, porque las aceras se encuentran en muy mal estado, por lo que se va aprovechar para adecuarlas, tras ser levantadas por la intervención de aguas».

Con ello, desde la Concejalía de Infraestructuras estimaron que la duración de las obras se extenderá hasta finales de junio. Los trabajos correrán a cargo del fondo de intervención de Hidraqua, establecido en el contrato, por lo que, según el edil del área, no tendrá coste para las arcas municipales.

Por otra parte, el Ayuntamiento santapolero ejecutará la próxima semana el último enlace pendiente para dar por finalizado el sistema de saneamiento al vacío, que tiene como objetivo evitar la salinidad en los niveles del agua.

Tras este paso, el Consistorio se encargará de analizar en la depuradora las filtraciones del agua del mar para comprobar los resultados de este mecanismo puntero, por el que Santa Pola ha estado en obras durante ocho años.