Una aplicación móvil para una gran ciudad de Europa en la que hay más bicicletas que personas. Sito Veracruz y Guillermo Mas son dos jóvenes crevillentinos, de 30 y 29 años, respectivamente, que han conseguido exportar a Ámsterdam una idea de negocio para hacer más fácil la vida de los ciclistas de una urbe, referente a nivel mundial en cuanto a movilidad, en la que calculan que hay más de 840.000 bicis.

«La idea de crear la startup City Makers surgió después de hablar sobre proyectos de amplio interés para ambos y la voluntad de crear nuevas ideas con amigos y colaboradores en torno a las ciudades inteligentes», explican los impulsores de la tecnología, que consiguió ser seleccionada para un concurso convocado por la capital holandesa, en busca de soluciones para la gestión municipal de las bicicletas abandonadas.

Así nació la aplicación «Smart Fies», un proyecto, cuyos percusores estiman que podrá ver la luz este mismo verano. Toda una iniciativa con sello crevillentino que pretende acabar con los problemas propios de una ciudad que se mueve sobre dos ruedas.

«Como consecuencia de todo este volumen de bicicletas y por diferentes cuestiones muchas acaban siendo abandonadas en las calles. Las que se abandonan, terminan siendo recogidas por los servicios municipales y siendo trasladadas a un depósito municipal, donde se procesan, se guardan seis semanas y, en el caso de que nadie la reclame, bien por teléfono o presencialmente yendo a recogerla, se venden a asociaciones sin ánimo de lucro que tratan de valorizarlas», comentan Sito, licenciado en Derecho y Máster en Urbanismo, y Guillermo, ingeniero civil con un Máster en Administración y Dirección de Empresas.

El problema, según los emprendedores, es que este proceso, a día de hoy, no está prácticamente automatizado, es ineficiente y como resultado, resulta oneroso para las cuentas de la ciudad. Otra de las dificultades que hay en Ámsterdam, tal y como resaltan los crevillentinos, es la cantidad de robos, que se producen en la ciudad y aunque parezca extraño, no existe a día de hoy ningún tipo de registro ni un modo rápido y sencillo de denunciar el hurto a la Policía.

Frente a ello, la aplicación que desarrollan los dos jóvenes hará más será sencillo saber dónde están las bicicletas, que no se encuentran en el lugar donde los usuarios las dejaron por última vez. Gracias a Smart Fiets, sus propietarios sabrán si están en el depósito, y en el caso de que no estén, será más sencillo realizar la denuncia a la Policía. En segundo lugar, esta tecnología supondrá, según defienden sus inventores, una mejora en el uso de los recursos de la ciudad, ya que la automatización del depósito ahorrará al Ayuntamiento una cifra económica más que considerable. Por último, la iniciativa contempla una «matriculación» o registro validado de las bicis, que persigue una disminución de los robos de bicicletas en la ciudad, a corto y medio plazo.

Emprender

Conscientes del gran logro que supone haber conquistado el jurado de Ámsterdam, estos dos jóvenes reconocen que en España resulta muy difícil emprender. «Por ejemplo, en Holanda no se paga ninguna mensualidad por ser autónomo y hay múltiples facilidades de financiación pública para las pequeñas empresas que empiezan a abrirse paso», apuntan. Los crevillentinos señalan que España parte de «un grave problema a nivel educativo y cultural», donde en los centros escolares no se ofrecen conocimientos y habilidades básicas necesarias para crear y desarrollar una actividad empresarial con éxito. «Esta situación es totalmente diferente en otros países y no hay más que ver las oportunidades generadas y el éxito de cada uno de los modelos», reconocen.