El mítico edificio de la discoteca Camelot, en la entrada de Santa Pola desde la carretera de Elche, es apenas una montaña de escombros ya desde que hace unos días comenzaran a trabajar las máquinas que han acabado con el castillo, el dragón o la espada de Excalibur que muchos recuerdan con nostalgia en toda la provincia. La noticia ha corrido por las redes sociales y algunos se han acercado a hacerle fotos a las ruinas e incluso a llevarse algún fragmento de fachada a su casa. El solar acogerá próximamente un supermercado.