El Ayuntamiento de Santa Pola ha vuelto a exigir a la constructora de la nueva estación que subsane cuanto antes las deficiencias que causan malestar a los vecinos. La empresa tiene como fecha límite hasta el 31 de octubre para solventar los problemas que está causando la nueva infraestructura, según el acuerdo alcanzado por la corporación municipal en el último pleno ordinario.

Lo que más está molestando a los vecinos es el ruido que se produce, sobre todo, cuando los autobuses pasan por el escáner para acceder a la estación. Por este motivo en el Consistorio santapolero continúan registrando quejas «de forma masiva», señala el edil de Infraestructuras, Paco Soler. La empresa deberá realizar antes de la misma fecha -31 de octubre- una auditoría acústica.

La alcaldesa de Santa Pola, Yolanda Seva, ha declarado que están intentando por todos los medios poner solución «al problema de los autobuses» y que de momento por la estación «tan sólo pasan tres líneas» debido a los problemas de espacio que presenta la citada infraestructura. Seva ha indicado que este es un asunto que preocupa especialmente al Gobierno Municipal, y que están muy pendientes de que se resuelva en breve. Al mismo tiempo, ha apuntado que «no ha habido inauguración oficial de la nueva estación», y que tampoco tiene intención de convocar un acto de inauguración.

La infraestructura tiene un coste de 2,5 millones de euros que ha asumido la empresa Autobuses Playa de San Juan, del grupo Vectalia, y que explotará en régimen de concesión durante 40 años.

La constructora se vio obligada este verano a cerrar para solucionar deficiencias en los accesos y vallado, y reabrió sus puertas hace pocos días con la condición de pasar una auditoría acústica.

La nueva terminal cuenta con un apartado de espera acristalado y cubierto, y una superficie de espacios verdes de 4.010 metros cuadrados. La zona de aparcamiento, por su parte, ocupa 2.000 metros cuadrados.