Y el cielo volvió a abrise para la celebración de los actos centrales del día. Santa Pola ofreció ayer una de las muestras de cariño más entrañables a su Patrona, la Virgen de Loreto, en las vísperas de la festividad local de hoy.

El Castillo Fortaleza acogió la histórica ofrenda de flores, este año con aires renovados. Las nuevas medidas de seguridad marcaron la multitudinaria cita, que tradicionalmente solía realizarse de una manera más estática, con los vecinos concentrados en el patio de armas desde principio a fin.

Sin embargo, con el nuevo plan de evacuación y la limitación del aforo del Castillo, el Ayuntamiento, junto a los efectivos de seguridad, apostaron por una nueva organización de la ofrenda.

Los vecinos, que llegaron en comitiva desde la plaza de abastos, entraron a la fortaleza por el arco principal y depositaron sus flores ante la capilla de la alcaldesa honorífica del pueblo. Tras unos instantes frente a la imagen, los santapoleros tuvieron que salir del Castillo por el segundo arco.

De esta manera, la villa marinera buscó evitar aglomeraciones y agilizar el acto al máximo, después de tener constancia que el Castillo había albergado en los años anteriores más aforo del que estaba permitido.

Así las cosas, los trajes tradicionales de pescador, las flores azules y blancas, los niños y los mayores, los representantes de los entes festeros, las autoridades locales y la presencia de la Virgen fueron los grandes protagonistas de la fiesta.

Hoy, la localidad costera celebrará su día grande, la fiesta local, en la que la Patrona saldrá de su morada para recibir de cerca el calor de todos sus fieles en una procesión por las calles del municipio pesquero.