Más de 2.000 botellines de cerveza se usaron ayer en la tradicional guerra de cerveza que se celebró en Santa Pola con motivo de sus fiestas patronales. Decenas de personas fueron partícipes de esta refrescante fiesta, que según sus organizadores, cuenta cada vez con más adeptos.

«Cada año viene más gente, y no solo jóvenes. Esta fiesta es muy familiar, nos lo pasamos bien tanto niños como mayores», comentó Rita Sevilla, presidenta de la Unió de Festers de Santa Pola.

Así, la zona Portuaria acogió ayer desde las 13.30 horas este singular festejo, único en la provincia, y que para los asistentes duró poco. «Nos lo pasamos tan bien que queremos que haya más fiesta», expuso uno de los participantes, quien añadió que era una pena que el tiempo no acompañara ya que la brisa y las nubes que decoraron el cielo produjo una sensación térmica baja para estar todavía en verano.

Tras el baño de cerveza, el concurso de calderos fue el protagonista de la fiesta. Un total de nueve embarcaciones participaron en este certamen. Los más madrugadores prepararon el plato desde primera hora de la mañana, mientras que el resto se puso a cocinar sobre las 12 horas.

Desde el interior de las embarcaciones amarradas en el puerto y con el pescado recién capturado en la Bahía de Santa Pola, los marineros de la villa deleitaron al jurado con el plato típico de Santa Pola.

Así, durante varias horas, nueve barcos de arrastre y de artes menores, cada uno con su secreto particular, elaboraron una de las recetas más típicas del municipio. Y hacia las dos de la tarde, el puerto quedaba embriagado bajo el olor de los tradicionales platos preparados para un concurso repleto de historia.

«Puerto de Santa Pola» fue la embarcación que presentó la mejor receta y consiguió alzarse con 240 euros de premio. Por su parte, «Andrés y Carmen» consiguió el segundo puesto y una aportación de 180 euros. Mientras que «Florino y Kaela» y «El Puri» quedaron en tercera posición y ganaron 120 euros.

«Estaban muy buenos todos los calderos que han participado en el concurso, lo hemos tenido difícil», explicó la técnico de fiestas María José Lafuente.

Por su parte, una de las espectadores que acudieron a ver el certamen señaló que pese a no poder probar el plato típico de Santa Pola, con el olor ya se deducía la calidad de la comida.

Historia

El tradicional concurso de calderos forma parte de la esencia de las fiestas patronales en honor a la Virgen de Loreto desde hace casi 20 años. Según apuntaron los marineros que participaron en el certamen, esta costumbre se remonta a más de tres décadas, pero desapareció durante años y volvió a recuperarse el día de la Virgen del Carmen, patrona de los pescadores.

Ahora, aunque el número de embarcaciones que se inscriben al concurso ha disminuido en estos últimos años, los que la mantienen viva exponen que «es una bonita forma de pasar un día en familia compartiendo una tradición que se lleva haciendo durante tantos años».