El oficio más antiguo de la villa marinera alcanzó ayer el protagonismo de las fiestas patronales en honor a la Virgen de Loreto.

«El homenaje a la gente del mar», celebrado en el Castillo Fortaleza, sirvió para demostrar el legado de todo un pueblo dedicado al mar y la existencia de vecinos anónimos, convertidos en ejemplos para toda la población santapolera por su dedicación a toda una vida a la pesca.

La Unió de Festers ayer tomó el relevo de los Moros y Cristianos para conceder las tradicionales distinciones a trabajadores incansables, como fue el pescador Juan Bautista Llorca Carrasco. Un marinero que a lo largo de todo su recorrido faenando, superó viento y marea y también sufrió más de un naufragio, que recordará para siempre.

Además, Santa Pola reconoció anoche a la redera Teresa Pérez García. Una mujer que con sus manos contribuyó a hacer perdurar una de las tradiciones más autóctonas de la localidad. Y es que, desde que era niña entrelazó las redes que cada día utilizaban los pescadores.

De esta manera, el patio de armas acogió el concurrido acto, después de trasladar el pregón al Palmeral y limitar el aforo máximo a 1.120 personas, tal y como recoge el nuevo plan de evacuación. Hoy las fiestas continuarán con el mar como protagonista, con las competiciones de vela y los calderos.