Malvivir con una plaga de ratas. Se pasean por la escayola de las casas, suben por las paredes, se cuelan por los pequeños agujeros que hacen de los patios, y dejan sus excrementos en cajones y armarios.

Vecinos del barrio de Las 98 Viviendas, ubicadas en la zona norte de Crevillent, sufren a diario auténticos problemas por el aumento de ratas en los edificios sociales vacíos pendientes de derribar .

A dos metros de los inmuebles desalojados, los residentes de la calle Molinos, han de lidiar con pequeños roedores que salen de la basura acumulada en el interior de las casas pertenecientes al Instituto Valenciano de la Vivienda SA (IVVSA).

Plásticos, cartones, restos de comida, vidrios, muebles destruidos... se dejan ver por las ventanas de los edificios abandonados.

«Las veo cruzar por la calle, no sabemos qué hacer, nos acostamos y estamos amargados. Es inhumano», lamentó un vecino de la calle Molinos.

Ante ello, los residentes del entorno de los edificios sociales confiesan haber probado todo para combatir la plaga.Pegamento para clausurar los agujeros, veneno, comida para atraer las ratas... ya nada funciona para espantarlas.

Convertidas en un nido de ratas, el acceso a las viviendas por los diversos agujeros que presentan supone un peligro para el barrio por la cercanía de las escuelas.

«Hemos visto a niños entrar más de una vez, no hay barandillas en las escaleras, están los huecos de los ascensores. Cualquier día pasa algo», comentó otra residente de la zona.

Con este panorama diario, los vecinos han reclamado al Consistorio crevillentino una actuación urgente para limpiar dentro de las 98 viviendas en ruina.

Desde el Ayuntamiento, apuntaron que los servicios de limpieza ya realizaron una intervención a fondo en diciembre. Sin embargo, los residentes criticaron que en el interior de los edificios todavía hay basura.

Denuncia de Compromís

El portavoz de Compromís, José Manuel Penalva, denunció que «es evidente que la limpieza exterior y el tapiado de estos edificios tal como instamos al Gobierno y que se hizo con mucho retraso es insuficiente ya que no se saneó el interior».

El concejal de la oposición incidió en la necesidad de adoptar medidas urgentes para evitar consecuencias que dañen la salud pública en la zona. Junto a Compromís, los vecinos de la calle Molinos y del entorno de las 98 Viviendas reclamaron la importancia de derribar los inmuebles desalojados para acabar con este tipo de problemas mientras llega el proyecto de urbanización previsto para la zona. Y es que, sobre este escenario, ubicado al norte de Crevillent, está previsto desde hace años un plan de renovación urbana que contempla el derribo del complejo social de las 98 Viviendas públicas, ahora desalojadas, para levantar un nuevo barrio.