La sorprendente medida anunciada por el Consistorio crevillentino para dar caza a los propietarios de mascotas que no recojan los excrementos de la vía pública ha causado todo un revuelo entre la población y ayer formó parte de los principales temas de conversación y de los corrillos del municipio.
Y es que, aunque una buena parte de los vecinos consideran que es excesivo tener que hacer pruebas genéticas a los perros para saber a quién pertenecen las heces que los dueños de los canes dejan en la calle, una gran mayoría opina estar a favor.
Concretamente, crevillentinos sin mascota apoyaron la decisión del Ayuntamiento que entrará en vigor el próximo año con la vista puesta en dejar la localidad limpia de heces de animales. «Me parece bien tener registrados a todos los perros para tenerlos controlados y multar a los que no se comporten», apuntó Francisco Cuadrado. Como él, otra vecina, Conchi Adsuar, defendió la importancia de «la higiene en la calle» y aplaudió la medida.
Sin embargo, la controversia ha aparecido, sobre todo, entre crevillentinos propietarios de mascotas al tener que asumir ellos el coste del complejo análisis genético, de lo contrario serán multados. «Aunque me parezca bien la medida, porque hay mucha gente que no recoge la caca, es el Ayuntamiento el que tiene que pagar esa tasa y hacer sitios para los perros que no hay», opinó Manuel Culiañez.
En esta línea, otro crevillentino, Juan Carlos Ferrández, también dueño de un can, apoyó la polémica iniciativa y destacó que «hay que acabar con la suciedad en la calle, pero eso de que tengamos que pagar nosotros las pruebas de ADN es otra cosa, no estoy de acuerdo». A. f
