El hotel Polamar de Santa Pola ha reabierto sus puertas tras casi dos meses cerrado al público por reformas internas. El establecimiento de tres estrellas ubicado en primera línea de la playa de Levante ha renovado gran parte de sus salones y ha estrenado nuevos servicios con el objetivo de atraer a más clientes y con la vista puesta en los turistas procedentes de los países nórdicos.

Según fuentes del Polamar, el hotel se vio obligado a suspender de forma temporal su actividad con motivo de una limpieza exhaustiva del depósito de agua que se encuentra en el sótano del inmueble y que tiene una capacidad de 10.000 litros para abastecimiento propio.

En este sentido, personal de la empresa apuntó ayer que durante el cierre aprovecharon para adecentar las tuberías por lo que resultaba inviable dar alojamiento en esos momentos.

Asimismo, durante el tiempo que ha estado clausurado el hotel, tal y como pudo comprobar ayer este diario, la dirección ha aprovechado para mejorar gran parte de sus salones, con nuevos suelos, pareces pintadas y decoración renovada.

De hecho, el Polamar ha incorporado a sus servicios una zona chill out en la terraza frente al mar, así como una cafetería en la quinta planta del edificio con vistas a toda la bahía de Santa Pola.

Por otra parte, otra de las remodelaciones clave ha sido la reparación de gran parte de la cornisa, cuyo deterioro tenía como riesgo la caída de cascotes, según señalaron desde el hotel, donde revelaron, además, que esta actuación ha supuesto un coste de 20.000 euros.

Futuro del sector

Por el momento, los hermanos Banegas continúan siendo socios de la empresa familiar que fundó el ya fallecido Ricardo Banegas hace más de cinco décadas. Desde el año 2002 hasta el cierre temporal, Damián Banegas ha sido el engarmado de asumir la dirección del negocio. Sin embargo, todavía no ha trascendido quién seguirá al frente del Polamar.

La inactividad temporal del establecimiento hotelero había puesto a Santa Pola contra las cuerdas debido a la escasez de opciones para alojarse en el municipio costero. Ahora, además del Polamar, la localidad turística cuenta con el hotel Patilla abierto durante todo el año, así como tres hostales.

Y es que, dos de las principales empresas hoteleras de Santa Pola ya se vieron obligados a cerrar sus puertas en 2010, aunque una de ellas mantiene su servicio sólo en temporada alta.