La flota pesquera de la villa marinera volverá hoy a faenar después de estar un mes amarrada por el paro biológico, obligatorio para regenerar los caladeros y permitir el futuro y sostenibilidad de la actividad.

Los barcos de arrastre y de arte menor comienzan octubre con la incertidumbre de no saber cuándo cobrarán las ayudas por el mes de inactividad, después de sufrir ya varios retrasos.

Por parte de la flota de trasmallo, armadores han criticado que tampoco han cobrado la subvención del anterior paro biológico, que corresponde a 2.000 euros aproximadamente por barco, además del salario del mes que pierden por ser autónomos.

Asimismo, según denunciaron varios pescadores, los armadores de los barcos de arrastre no han cobrado aún las dos últimas paradas biológicas y temen que pase un año para tener que percibir la cuantía correspondiente a este ejercicio. Una cantidad que es mayor que la de los barcos de arte menor, ya que los arrastreros son mucho más grandes.

En este sentido, las ayudas para el sector pesquero por las dos paradas que han de realizar obligadas al año, se emiten desde el Ministerio, pero es la Generalitat, la encargada de tramitarlas en función de la capacidad del barco.

Por otra parte, los marineros siguen reivindicando ayudas específicas para este tipo de causa, después de verse obligados a apuntarse al paro para cobrar el sueldo de un mes perdido.

«Esto nos obliga a interrumpir nuestra cotización dos meses al año, con los perjuicios que supone para nosotros y para nuestra vida laboral. Es una necesidad que ya hemos reclamado desde hace años», apuntaron ayer varios pescadores.

Ahora, el sector ya tiene la vista puesta en conseguir un repunte de cara al próximo año.