El cabo de Santa Pola despertó ayer un interés masivo en la provincia. La ruta geológica congregó a más de 2.500 personas de distintos puntos de Alicante y de la región murciana dispuestos a conocer el origen del arrecife coralino fósil de más de 6 millones de años, el origen de la formación de la isla de Tabarca y el porqué del color grisáceo de la arena de Santa Pola, entre otros aspectos.

La actividad "Geolodía", organizada por la Sociedad Geológica Española, la Asociación Española para la Enseñanza de las Ciencias de la Tierra y el Instituto Geológico y Minero de España, en coordinación con la Universidad de Alicante y el Ayuntamiento de Santa Pola se convirtió ayer en la más popular y concurrida de la provincia que se ha programado hasta ahora, según el organizador de la iniciativa, Pedro Alfaro.

Desde las 8 de la mañana hasta bien entrado el mediodía, los participantes, desde niños a mayores, recorrieron unos 9 kilómetros a pie y recibieron las explicaciones de más de 100 monitores.

Profesores de la Universidad de Alicante, de la Universidad Miguel Hernández, de Secundaria, estudiantes de Geología y geólogos fueron los encargados de acercar a los asistentes la historia de un lugar privilegiado y de uno de los tesoros naturales de la provincia.

Así, los participantes recorrieron los senderos y subieron al mirador del faro, a través del "Barranc de l'Escolgador de Crist" y los más atrevidos descendieron por el "Barranquet del Far".

De esta forma, la jornada permitió a todos los asistentes conocer cómo después de la formación del arrecife coralino, el mar Mediterráneo sufrió una desecación y cómo la sierra santapolera conserva evidencias geológicas de aquel fenómeno.

Además, los presentes pudieron descubrir de primera mano el proceso de formación de Tabarca hace 8.000 años y saber que las rocas subvolcánicas que hay cercanas a la isla han contribuido al color gris de la arena de las playas del cabo, junto al alto contenido en minerales que presentan.

Por su parte, los más pequeños pudieron disfrutar de talleres de minerales y fósiles, y el Centro de Investigación Marina se sumó a iniciativa con una jornada de puertas abiertas, al igual que el Museo Paleontológico de Elche, que realizó excavaciones.