Unos 25 vecinos de la zona norte de Crevillent han presentado alegaciones contra el proyecto de renovación urbana que contempla el derribo del complejo social de las 98 Viviendas para levantar un nuevo barrio. El proyecto contempla el derribo de viviendas públicas y privadas, y, precisamente, un grupo de propietarios de éstas últimas ha expresado su disconformidad con el mismo.

Concretamente, se trata de residentes de la calle Molinos. Personas que poseen viviendas en buen estado y que desean mantenerlas. En las alegaciones, los vecinos aseguran que "el proceso de ruina y la necesidad urgente de regeneración del área afecta, fundamentalmente, a los bloques de las 98 Viviendas, propiedad del IVVSA, y no así con las viviendas de la calle Molinos".

Los afectados indican que "son viviendas unifamiliares y cuyas familias, en mayor o menor grado, han podido mantenerlas en buen uso y perfectamente habitables y, en ningún caso se encuentran en estado ruinoso". En el escrito de alegaciones destacan que "las viviendas de la calle Molinos y calle Becquer tienen muchos años, como muchas viviendas del municipio y la mayoría se encuentran en el centro del municipio e incluso en otros barrios colindantes, y no por ello se actúa para regenerarlas y menos sin contar con los vecinos".