El Ayuntamiento de Crevillent ha rescindido el contrato de dos de los contratados temporales que denunciaron a finales de 2009 un supuesto "trato vejatorio" en el ámbito laboral por parte del director de la Casa Municipal de Cultura y arqueólogo municipal, Julio Trelis. Tras estas denuncias, el Ayuntamiento abrió un expediente disciplinario a este funcionario que en la actualidad sigue su curso y no se ha resuelto, según apuntaron ayer fuentes municipales, "por la gran cantidad de pruebas presentadas".

No obstante, dos de los trabajadores que denunciaron a Julio han sido despedidos. El Ayuntamiento asegura que los despidos se deben a la finalización del contrato y a la imposibilidad de renovarles "por la falta de consignación presupuestaria para la prórroga del contrato y que el interventor pone reparos a la prórroga", según explicó la concejal de Personal, Mari Carmen Candela. El Ayuntamiento aseguró que "esta situación ya ha afectado a otros trabajadores temporales y tan sólo se ha podido renovar a tres personas durante dos meses para cubrir el período de vacaciones".

Sin embargo, los afectados consideran que el despido ha sido improcedente. De hecho, el Ayuntamiento admite esta circunstancia al haber sobrepasado, en ambos casos, el período máximo de dos años de su contrato de obras y servicios y, por ello, les ha ofrecido una indemnización económica.