Aunque todavía hay trabajadores indecisos, sólo una quincena de empleados de la planta de Crevillent de Haribo han manifestado su intención de trasladarse a Girona tras el cierre definitivo de la fábrica, ubicada en el polígono de Cachapets. La mayoría de los que han decidido seguir vinculados a la compañía iniciarán una nueva etapa laboral junto a su pareja y algunos viajarán con hijos pequeños.

El comité de empresa ha ampliado el plazo para los indecisos, que se encuentran calibrando las ventajas y los inconvenientes del traslado. Las edades de los que van a trabajar en Girona oscilan entre los 30 y los 40 años, aunque hay algunos un poco más mayores.

Tras intensas negociaciones ante el traslado de Haribo, el comité de empresa llegó finalmente a un acuerdo con la compañía hace apenas quince días. Entre los acuerdos que se adoptaron, está la dotación de 6.000 euros para el traslado a Girona, tres años de trabajo garantizado en la planta de Cornellà de Terri, y empleo para la pareja con un período de prueba de cuatro meses.

Los que han decidido quedarse y rescindir su contrato, tendrán una indemnización de 40 días por año trabajado, en lugar de los 45 propuestos por el comité de empresa, aunque de todas formas mostraron su conformidad.