El debate sobre el proyecto de la central térmica que la empresa pública irlandesa ESB Internacional proyectó para Crevillent continua causando enfrentamientos entre los mismos grupos políticos que firmaron en el Ayuntamiento una declaración conjunta contra la colocación de una instalación de esas características en Crevillent.

Tras el rechazo del PP a la proposición no de ley que el grupo parlamentario Compromís presentó, contra la planta, en las Cortes Valencianas, el PSOE puso en tela de juicio la negativa que el PP dio al proyecto en Crevillent, asegurando que el alcalde, César Asencio, aprobará el proyecto en un próximo mandato municipal.

Ante estas afirmaciones César Asencio ha salido en defensa de su posicionamiento y ratifica que "en el Partido Popular estamos en contra de la central térmica por motivos medioambientales, porque los vecinos están en contra, porque su instalación mermaría la capacidad de crecimiento de la zona, próxima a una posible ubicación de un centro logístico y, finalmente, por cuestiones de ideología".

El alcalde de Crevillent aseguró que "el proyecto de la central térmica obedece a la necesidad energética de las desaladoras que el PSOE proyectó al eliminar el trasvase del Ebro. Por eso, y dado que nosotros no queremos las desaladoras y apostamos por el trasvase, estamos en contra de la planta de energía".

César Asencio aseguró que "las desaladoras necesitan mucha energía y la intención de la empresa de la central térmica es ponerla en marcha cuando el sistema no tenga energía suficiente, como por ejemplo en verano, cuando crece la presencia de turistas y hace falta más energía en la zona".

Por otro lado, el primer edil crevillentino justificó que el PP votase, en Valencia en contra de la propuesta de Compromís porque "instaba al Consell a rechazar un asunto sobre el que no tiene conocimiento". Además, el alcalde dijo que "en 2008 la conselleria recibió una consulta sobre el proyecto e informó en contra porque produciría graves afecciones medioambientales y en el entorno".

Finalmente, el crevillentino aseguró que "el expediente de la planta de energía está en el Ministerio de Medio Ambiente, que es el que debe declarar su utilidad pública, y desde el Ayuntamiento cuando se nos consultó alegamos en contra del proyecto por motivos medioambientales y porque los vecinos de la zona no la quieren". Según el alcalde, "todo esto obedece a una conspiración para tratar de crear malestar entre los vecinos de cara a las elecciones".