Los vecinos del "Barrio de las Casitas de Imperial", que el pasado viernes se vieron afectados por el incendio de una nave del viejo complejo industrial de Alfombras Imperial, pedirán formalmente al Ayuntamiento de Crevillent que "tome medidas efectivas para evitar que vuelvan a producirse más sucesos en la zona".

Uno de los vecinos del barrio, Francisco Alfonso, explicó que "después de estar mucho tiempo quejándonos del estado de las naves vamos a preparar un escrito para que lo firmen los vecinos de la zona y pedir al Ayuntamiento que tome medidas". Francisco Alfonso aseguró que "han sido muchas las veces que hemos llamado a la Policía Local para advertirles de la inseguridad y de la continua presencia de indigentes y personas extrañas".

Otro vecino de la zona, que tuvo que ser desalojado de su vivienda durante el incendio, Germán Mas, explicó que "las naves llevan veinte años abandonadas y dentro hay hasta depósitos de fuel y, aunque estén vacíos, algo tiene que quedar en ellos".

Los vecinos explicaron que sobre las 6.30 horas del viernes se vio a tres jóvenes salir de las naves, por lo que se piensa que pudieron tener algo que ver con el fuego. Francisco Alfonso indicó que "aquí se mete mucha gente, sobre todo indigentes". El vecino dijo que "a veces, tras nuestras quejas, se han puesto cadenas con candados que han durado pocos días puestos".

En apoyo a la reivindicación vecinal, el grupo municipal de Compromís ya denunció en el verano de 2007 la situación de abandono de las naves de Imperial y, tras el incendio del viernes, pedirán que "se depuren responsabilidades", según declaró el portavoz de Compromís, José Manuel Penalva. Desde Compromís, se considera necesario la reparación de las ventanas y los accesos, así como la retirada de los residuos peligrosos que pueden quedar en el interior.

El complejo abandonado consta de tres grandes naves, que ocupan otras tantas manzanas, y que están conectadas por túneles subterráneos. La desaparición de las naves depende de la aprobación del nuevo Plan General, ya que forman parte de una unidad de ejecución con más de 300 viviendas.