Sorprendente. Todo lo que rodea al grupo Oh, Libia! se podría calificar como sorprendente. Y sería quedarse corto. Al escuchar los doce temas que integran su primer disco, uno se pregunta de dónde han salido los músicos que escriben e interpretan canciones como Goodbye SongLast Friday Girl. Dando por hecho que se trata de gente con experiencia en otras bandas, años de bolos en garitos varios y grabaciones en estudios de multinacionales, uno se encuentra con una realidad completamente diferente. O no.

La extraña y afortunada historia del disco comienza cuando un tal J. T. Prewitt se junta con Víctor Ramírez y forman el núcleo del grupo al que en seguida se incorporan Elena Martynenko y Óscar H.C., conocido como (Ó). De un grupo aparentemente heterogéneo, logran formar -acierto de noches psicodélicas- un sonido cerrado, directo, complejo y a la vez etéreo. Había nacido Oh, Libia!, una agrupación que, en sus primeros meses de andadura, recibe una oferta de concierto en una pequeña sala de París. Y es allí donde salta lo inesperado y comienzan las sorpresas: entre las dos o tres personas que asisten a esa actuación, el músico Ken Stringfellow se acerca a la banda para felicitarles por sus temas, ofreciéndose a producir su primer disco.

Stringfellow, líder de The Posies, teclista en dos álbumes de REM y sus directos, bajista de los recuperados Big Star, e icono, en definitiva, del rock alternativo de las últimas décadas embarcaba así a los miembros de Oh, Libia! en una clase magistral sobre música y producción. Si a esta exclamación con mayúsculas le añadimos la colaboración del batería Trevor Murell (Wham!, Bee Gees, Sade, Mike Oldfield) y la masterización final de Rick Fisher en Seattle, nos encontramos con que, en 2010, el grupo -ya con la incorporación de Juanjo Clausell, frontman de la banda castellonense Pleasant Dreams- nos presenta una de esas rarezas que uno no puede quitarse de la cabeza. Doce canciones intensas, trabajadas, con un sonido inusualmente maduro lleno de influencias, y a la vez personal y único, capaces de traer la frescura beatle de Half Words y pasar luego al sonido emocionante de Anxiety Sickness.

Decía al principio que todo lo relacionado con Oh, Libia! era sorprendente. Lo sigue siendo. Y es que todo esto, esta admirable mezcla de talento, suerte y encuentros insospechados, ocurre aquí cerca: en Alicante, Valencia...El aficionado atento habrá seguido sus actuaciones en Benidorm (festival Low Cost), y varias salas de nuestra ciudad, con la banda ahora integrada por 8 componentes (se unen en 2010 Joan Lorenzo, Pablo García y Tristán Rico). La pregunta es ¿cuántos bolos medio desapercibidos vamos a dejar pasar antes de llenar el aforo de cualquier sitio donde toquen? ¿cuántos podremos decir aquello de..."yo los vi cuando empezaban"?