Los alicantinos octogenarios atesoramos recuerdos de lo vivido en nuestro entorno en un período tan dilatado como el de la existencia de INFORMACIÓN. Queda en mi memoria la añosa imagen de la planta baja de los talleres del periódico en la calle Quintana, siempre abierta, donde los escolares nos deteníamos al pasar hacia los Salesianos. Llamaban mi atención los hábiles y veloces cajistas en pie, con guardapolvos y visera y el sonido monótono e incesante de la máquina impresora que me asombraba.

Desde aquellas imágenes, recordadas en blanco y negro, hasta la de hoy en su moderno edificio y actual edición digital, ha transcurrido una larga vida paralela de progreso social y económico, vista en color de tiempo nuevo, fruto de los cambios e innovaciones habidos en la sociedad, en la modernización, en la cultura, en nosotros mismos. Los recuerdos del primer taller del periódico los asocio a otras imágenes relacionadas con la necesidad de información que muchos querían obtener de fuentes manifiestamente opuestas, como la que conservo viva de una escena repetida en casa de un pariente que yo frecuentaba sentado junto a otros vecinos en torno a una radio de ermita escuchando «Radio Pirenaica» y cubiertos con una manta para que no pudiera ser oída desde la calle. Mi divertida complicidad como colaborador necesario consistía en poner discos de pizarra en el gramófono «La voz de su amo» situado en la entrada de la casa y cumplir la instrucción que me daban: «No abras a nadie».

La innovación habida en el periódico no ha brotado de la noche al día; ha sido el resultado del constante perfeccionamiento durante setenta y cinco años de trabajo y, especialmente, del progresivo acercamiento a la sociedad que lo hace posible, gracias a lo cual y a las tecnologías modernas incorporadas se ha convertido en el periódico de referencia de la provincia. Otras publicaciones han surgido en ese tiempo, pero ninguna ha logrado aproximarse en aceptación popular a la que merece INFORMACIÓN. La sociedad actual -con enormes progresos materiales- ha despertado en los ciudadanos entre otros deseos el de estar bien informados. La información veraz, pronta y plural de un medio informativo, basada en principios éticos, da personalidad al propio medio, obtiene la confianza de los lectores y mejora su nivel cultural y material. Ese es el papel que juega INFORMACIÓN. La eficiencia es una condición de éxito.

Las páginas del periódico penetran en nuestras vidas y son el paisaje de la historia diaria del ser humano, del acontecer social y económico. El periódico como instrumento de impulso social, como recurso formador, como divulgador cultural de nuestro tiempo relata en pocas horas lo que acontece. Sabido es que la información genera riqueza y que la noticia pronta tiene efectos multiplicadores y beneficiosos: la pequeña industria que nace y no pasará desapercibida, el acontecimiento destacado que logrará más beneficiarios, el heroísmo ejemplar de un joven desconocido, el hallazgo científico logrado en nuestras universidades o artículos que afirman o modifican nuestras convicciones. INFORMACIÓN, hallándose cada día próximo a todos por medio de sus ediciones comarcales nos acerca e integra. Sabemos mucho de nuestro entorno porque lo leemos en este diario.

El periódico que es hoy algo tan cotidiano como el desayuno constituye una fuente cultural que nutre a sus lectores. Sabemos que hay gran número de personas que es lo único que leen, y también conocemos los bajos índices de lectura o de asistencia a conciertos de música culta en España, pero no podemos esperar que todos los ciudadanos lean «Años y Leguas» de Gabriel Miró o escuchen «Sinfonía Aitana» de Oscar Esplá, por lo que INFORMACIÓN, publicando artículos sobre los ilustres creadores alicantinos los acerca a sus lectores con noticias y artículos de divulgación que estimulan su afán de conocimiento e interés. En la promoción cultural INFORMACIÓN cumple un significativo papel complementario a otras formas y al de otras entidades. Mi admirado científico, economista y humanista Germán Bernácer Tormo decía en una conferencia impartida en 1943: «La cultura es inmaterial, pero ¿qué sería de la cultura sin bibliotecas, sin universidades, sin profesores, sin hombres de ciencia, sin artistas, literatos y poetas? […] hemos de evitar que la cultura y la civilización peligren. La cultura entendida como potencialidad y riqueza que debiera servir para elevar a los hombres al bienestar y a la dicha, si en la tierra cabe». Nuestro periódico contribuye a ese fin.

Somos deudores al periódico. Mi experiencia profesional en gestión cultural me permite esta afirmación. En los nueve años que dirigí la Obra Social de la CAM comprobé que los proyectos educativos, sociales o culturales lograban multiplicar la participación de beneficiarios en los segmentos de población a los que se dirigían cuando el periódico -receptivo siempre- les dedicaba espacios informativos. Otra experiencia fue durante los ocho años en la dirección del Teatro Principal; las ruedas de prensa, prácticamente semanales, cubiertas asiduamente por periodistas de la sección de Cultura divulgaron aspectos importantes de obras de creación escénica y a sus autores, directores e intérpretes, redundando en claro beneficio cultural para los lectores, en mayor asistencia de espectadores, y por ello en la gestión del teatro. INFORMACIÓN jugó un papel importante tanto en la difusión de la Obra Social de la CAM como en apoyo del Teatro Principal durante mi etapa en la dirección del mismo.

El sello de calidad del periódico alicantino prestigia cada año a doce «Importantes» reconociendo públicamente sus valores. Tal vez sea llegada la hora en que, por aclamación popular, reclamemos que en 2016 el «Importante» se conceda a INFORMACIÓN.