Aunque las palabras que me piden amablemente para este artículo sobre la conmemoración del 75 aniversario de INFORMACIÓN llevan la firma del rector de la Universidad Miguel Hernández de Elche, me gustaría que se leyeran y se entendieran como la opinión y el pensamiento de un lector de a pie. Desde que llegué a Alicante en 1984, he mantenido una constante conexión con el medio escrito que mejor ha sabido comunicar, transmitir e interpretar los acontecimientos de un tiempo, de una provincia y de una realidad de la que me siento sujeto y parte.

Al repasar los datos históricos del citado diario, he caído en la cuenta de que su origen tiene algo que ver con el poeta que da nombre a nuestra Universidad. De hecho, el periódico se creó sobre las cenizas y las rotativas del diario Nuestra Bandera, el órgano portavoz del Partido Comunista, cerrado y confiscado al acabar la Guerra Civil. Tomó entonces el rótulo provisional de La Gaceta de Alicante hasta que, dos años después, salió a la calle con el nombre de INFORMACIÓN.

Poco quedaría en el espíritu de aquellas linotipias de la presencia del autor de «Viento del pueblo», aunque en las viejas páginas de Nuestra Bandera y en la memoria de muchos alicantinos resignados al nuevo régimen siempre se recordarían los artículos que Hernández publicó en dicho diario, cuya redacción se encontraba en la calle Quintana, número 42, de la capital alicantina, bajo la dirección de Emilio Delgado. Miguel vio publicados en los obradores de lo que a la vuelta de unos años sería el taller de INFORMACIÓN cinco artículos, todos ellos en 1937, siendo el primero de ellos «La poesía como un arma» (22 de agosto), y el último «Hay que ascender a las artes hacia donde ordena la guerra» (21 de noviembre).

La vida continuó y el 18 de julio de 1941, esto es, ocho meses antes de la muerte del joven poeta de Orihuela en el reformatorio de adultos de Alicante, INFORMACIÓN veía por primera vez la luz como periódico de la FET y de las JONS, convirtiéndose durante el período de la dictadura franquista en un diario de la Cadena de Prensa del Movimiento. Durante ese largo periodo, pese a la censura establecida, el nombre del oriolano pudo leerse con relativa frecuencia en sus páginas gracias a la tenaz reivindicación de columnistas audaces que se jugaron algo más que su buena reputación en el intento. Fue precisamente en 1984 cuando INFORMACIÓN pasó a pertenecer a su actual grupo, Prensa Ibérica, que lo adquirió en una subasta de los medios de Comunicación Social del Estado junto a La Nueva España de Asturias y Levante-EMV de Valencia.

Quiero decir con esta reflexión y con este apunte que, dentro de la prensa alicantina de la posguerra, de la transición y del momento que nos ocupa, INFORMACIÓN ha sido y es algo más que un referente o un medio al uso. Para mí, como para muchos lectores, INFORMACIÓN ha puesto voz donde había silencio y ha arrojado luz donde no interesaba que brillara la verdad. Y esa voluntad de informar por encima de cualquier imponderable, de cualquier presión o de cualquier poder ha hecho que muchos de nosotros sigamos creyendo en el periodismo, en la independencia y en la tan ansiada y difícil libertad de expresión.

Me consta que instituciones como la que represento y que son el tejido cultural, académico, educativo y social de nuestra provincia, no podrían alcanzar su sueño ni su futuro de no contar con la labor divulgativa, informativa y - ¿por qué no decirlo? - formativa de INFORMACIÓN.

Nada sucede y nada se logra si no se escribe y se cuenta en un medio que haga correr la voz. Según este axioma, el periódico que este año cumple su 75 aniversario es la caja de resonancia, el altavoz y hasta la conciencia fértil de los sucesos que en tres cuartos de siglo han acompañado a las gentes de esta provincia. La realidad que nos ocupa nunca sería la misma. La Universidad Miguel Hernández no tendría el alcance del que, hoy por hoy, puede presumir. La sociedad que vive informada no gozaría del mismo respeto ni se sentiría amparada por un medio que antepone, a cualquier interés, el derecho a conocer la verdad, situándose para ello en primera línea de fuego.

«Compañero Juan Cerdán -escribía Hernández el 13 mayo de 1937-, sabe que me irrita la falsedad (…) Las cosas, para sentirlas, vivirlas y verlas», exigen un acercamiento más oportuno y menos prudente «a los campos donde la verdad habla a balazos».

Esa búsqueda de la verdad es la que ha dado y sigue dando sentido a INFORMACIÓN, al que agradezco sus años de lucha, de resistencia y de permanente vigilancia ante la vida; esa vida que tanto nos importa y que deseamos que alguien nos la cuente, nos la muestre, nos ayude a analizarla y nos invite a ser críticos.

Mi más sincera felicitación a INFORMACIÓN, a su gran equipo de profesionales y a quienes lograron mantener a flote una nave expuesta a zozobrar, como tantos periódicos que perecieron en el intento de informar y de crear opinión y pensamiento; co-mo tantos que se quedaron en mitad del camino.