Es una magnífica oportunidad aprovechar el 75 aniversario de INFORMACIÓN para hacer una reflexión sobre el futuro de Alicante en el mundo global actual, según me solicitan sus responsables. Quizás sería interesante contestar previamente a la pregunta: ¿Qué significa posicionarse en el mundo global hoy en día? Simplificando al máximo: «Competir y sobrevivir con éxito en la sociedad de nuestro tiempo», con todo lo que implica: Una sociedad digital, con fuertes innovaciones disruptivas y con cambios acelerados que exigen una reinvención productiva y tecnológica permanente.

He resumido en diez factores lo que a mi juicio es importante para posicionar Alicante en el mundo global. En 3.500 palabras como literalmente me han pedido para este artículo. Tengo muy presente aquello que mencionó hace algunos años Bill Gates: «Si alguien es tan temerario que piensa que lo sabe todo, crear una startup le ayudará a entender que el mundo es profundo y complicado».

1. Desarrollar talento y retenerlo (y tomarse en serio atraerlo)

Si una economía local no desea quedarse a «remolque del mundo» debe ingeniárselas para generar talento, retenerlo y atraerlo internacionalmente. Estamos hablando del talento del siglo XXI: digital, creativo y competitivo mundialmente.

En los últimos años Alicante, como el resto de España no ha puesto mucho foco en esta cuestión, más bien al contrario. El «gran partido» de la economía mundial se juega en la economía del conocimiento y con activos de primer nivel en disciplinas como la Inteligencia Artificial, Nanotecnología, Biotecnología, Genoma€ aplicado a casi todo (turismo, industria, construcción, servicios, salud€). La gran lucha global será la capacidad de cada país y región para atraer talento de primer nivel que disemine innovaciones de alto calado, sin olvidar actitudes y aptitudes.

En los últimos años en España y en Alicante hemos hecho lo contrario. Tenemos fuera a muchos de nuestros jóvenes talentosos que triunfan en el exterior, investigadores, emprendedores y hasta empresarios constructores€ La primera tarea es pues retener el talento, la segunda desarrollarlo mucho más y mejor y la última atraerlo. De esto hablaré más adelante y tiene que ver mucho con cambios en nuestra política económica, en nuestras universidades, y con explotar nuestra atractiva calidad de vida y excelentes infraestructuras.

2. Fomentar el emprendimiento digital y tecnológico (sin hipocresía)

Ambas cosas van unidas. De nada sirve fomentar el emprendimiento si a continuación gestionar y mantener la competitividad de una empresa se convierte en un martirio. Necesitamos nuevas empresas, en sectores de futuro que paguen sus impuestos, creen empleos de calidad y crezcan globalmente.

Con una tasa del 22,7 por 100 de paro y un raro hibridaje de empresas hay que encontrar vías sólidas a corto, medio y largo plazo. Hay que incentivar la creación de empresas en sectores de futuro. Debemos digitalizar nuestra economía con la misma fuerza que la industrializábamos o la terciarizábamos hace unas décadas.

Nuestra cultura social incentiva entre los jóvenes el acceso al empleo público (o el trabajo por cuenta ajena) y al mismo tiempo nuestro sistema los condena a ser autónomos. Si les invitamos a ser emprendedores, lo hacemos en buena medida pensando que los «lanzamos» a un más que probable fracaso, eso sí, ya con una toma de conciencia creciente de que el fracaso es formativo.

Al otro lado hay un raro mestizaje de empresas. Por una parte un significativo porcentaje de empresas que viven del sector público (por licitación, regulación, incluso, hablemos claro, por amiguismo y corrupción). Por otra, una economía oculta y precaria (que según estimaciones puede representar ¡una cuarta parte! del total) y por fin las empresas legales (en un altísimo porcentaje PYMES) que tratan de subsistir cumpliendo todas las normativas y regulaciones, y compitiendo en un entorno mundial cada vez más exigente y disruptivo. La existencia y entidad de las dos primeras perjudica mucho al tercer segmento, es decir, las empresas que son la base y pilar fundamental de un sistema económico sólido y de futuro.

Es aquí donde tienen que actuar la administración central, la autonómica y local: pueden y deben hacer muchas cosas.

3. Generar un sistema amigable y saludable para las empresas (si son de futuro mejor)

En materia de normativa empresarial tenemos a un sector público que tiende a fagocitar la actividad empresarial. A los jóvenes con espíritu emprendedor estaremos invitándoles a que monten sus empresas fuera o que finalmente se «sumerjan» o vivan al reflujo de la Administración y su maltrecho presupuesto.

El índice de mortalidad empresarial en España, y especialmente en una provincia como la de Alicante debería despertar todas las alertas. Hay que generar un sistema amigable y sólido para la supervivencia de los emprendedores y las empresas serias, las legales:

? Acabar con la compleja sobreregulación superflua e innecesaria en todas las vertientes: laboral, fiscal, normativa de ayudas, licencias€ Normativa superpuesta local, autonómica y estatal, a veces hasta contradictoria.

? Mejorar el control y la inspección y evitar toda una maraña «preventiva» que acaba en carpetas de funcionarios.

En suma simplificar y hacer eficiente la relación con las administraciones y las obligaciones legales. De lo contrario estaremos invitando a las empresas a sumergirse o irse a otros entornos más amigables. Hay que recordar que por ejemplo para una empresa digital el coste de reubicarse internacionalmente es mucho más bajo que para una empresa tradicional.

Paradójicamente hemos logrado que las grandes empresas que crecen y tienen una magnífica salud son las grandes consultoras multinacionales encantadas con «salvar» a las empresas de la maraña legal, ocurrencias normativas, sobreregulación innecesaria€ En definitiva costes adicionales para empresas locales que deben competir globalmente.

¿Cómo puede ser Alicante un territorio «friendly» para las empresas del futuro?

? Permitiendo crear una empresa en 24 horas (como en muchos sitios serios a nivel mundial), poniendo una «alfombra roja» al que quiere emprender y estableciendo controles efectivos para el cumplimiento de sus obligaciones legales fundamentales (fiscales, laborales, etc)

? Fomentado la ubicación de startups y empresas digitales en todo el territorio. Muchos PGOU permiten despachos o empresas de abogados, arquitectos, médicos, economistas, etc. pero no de empresas tecnológicas puesto que la computación no existía como despacho profesional hace unas décadas.

? Dejándola exenta de ciertas obligaciones legales al menos durante un periodo significativo que permita centrarse en dar viabilidad a la idea o proyecto.

? Dando apoyo efectivo y real de forma gratuita. Apoyo solicitado, no inventado burocráticamente en «laboratorio».

? Fomentando una cultura digital y tecnológica en el entorno: ciudades, edificios, open data, innovaciones..

? Apoyando a las empresas tecnológicas autóctonas para que puedan «testar» sus productos y servicios en nuestro entorno.

En Mountain View (sede en Silicon Valley de Google, Linkedin y otras muchas empresas conocidas) si una empresa quiere localizarse allí, tiene toda la información en la web oficial. La empresa puede rellenar un formulario online en la propia web con todos sus datos. A partir de ahí te nombran una persona que se vuelca en ayudarte y facilitarte todo. Esto es, la Administración en vez de burocrática se convierte en proactiva para ayudar y atraer empresas de futuro, talento y generar empleo.

Y para concluir este apartado esto no tiene nada que ver con gobiernos de derechas o de izquierdas. Es sencillamente cuestión de ser o no ser. De dar respuesta sólida de futuro a 165.000 desempleados y otros tantos empleados precarios o poner más parches, más incentivos a la precariedad, o invitar a que crezca la economía sumergida.

4. Crear un entorno digital a nivel local. Conseguir que pasen cosas€

La apuesta digital de las administraciones puede tener un coste ínfimo y al mismo tiempo unos resultados muy relevantes. Toda la provincia de Alicante debería tener una estrategia digital muy proactiva. ¿Ejemplos?

? Conectividad. Algunos municipios en países europeos con una normativa muy similar a la española han logrado un «gran espacio wifi» en sus ciudades. ¿Cómo? De forma muy sencilla: coordinando que en sus espacios de influencia (autobuses, edificios municipales y públicos) y espacios públicos o privados asociados (campus universitarios, centros comerciales, restaurantes, etc.) se acceda con un único registro y claves.

? Open Data y transparencia local. Con la salvaguarda de la debida privacidad, toda la información debe ser abierta. Todo digitalizado si es papel y todas las bases de datos accesibles no sólo al público sino sujetas a la explotación de investigadores y usuarios. El Big Data y el Machine Learning es una industria de futuro. Habría que conseguir ser referente.

? Sensorización selectiva y eficiente. La sensorización es barata y permite revolucionar muchas de las facetas. Cada municipio debería tener una estrategia propia y activa en torno a temas como Smart Cities e Internet de las Cosas.

? Tecnología que perciba el ciudadano y el visitante. Información abierta en el móvil: audioguías. Es curioso que la tecnología alicantina de la startup Blabup (que apoyo personalmente) está siendo de interés en Dubai, Madrid o Cartagena de Indias y hay una actitud analógica en municipios de aquí.

? Luchar por atraer y organizar eventos nacionales e internacionales ligados a la economía digital y los sectores de futuro. Barcelona tuvo un antes y un después tras el World Mobile Congress. Casi todo el mundo de la tecnología ha pasado por allí. A menor escala hay empresas, ingenieros, startups que están deseando que haya eventos serios para hacer networking y conocer el «estado del arte» en cientos de temas tecnológicos. La provincia de Alicante es un sitio muy atractivo si los convocantes son creíbles, los eventos relevantes, creativos, modernos€ especialmente se ha mostrado una capacidad creativa muy digna de elogio con el «know how EN» (Encuentros Now alicantinos).

5. Liderazgo político y creación de una cultura tecnológica en la sociedad, una sociedad 3.0

Dejando a un lado Silicon Valley, alguien tuvo el liderazgo y la visión en otras partes del mundo. Con mejores o peores resultados y salvando las diferencias: Bangalore en la India, Singapur, Dublín, Bristol o Málaga están absorbiendo un potencial digital interesante. Los llamados nómadas digitales están cambiando algunas expectativas de ciudades tan inesperadas como Chiang Mai (Tailandia), Puerto Viejo (Costa Rica), Florianópolis (Brasil), Budapest, y hasta Jávea aparece en la lista gracias a la iniciativa de Jon y Edu (sun-and-co.com).

Una cultura digital o tecnológica permite desde explotar el potencial del tardeo alicantino como las «after hours networking» o crear una predisposición a ser «early adopters» (pioneros en la adopción de innovaciones y nuevas propuestas tecnológicas).

De lo que no cabe duda es que posicionar una ciudad globalmente en el presente y futuro tendrá que ver de forma creciente con nuestra capacidad y receptividad a asimilar innovaciones y cambios disruptivos. Europa en su conjunto no está siendo una buena práctica, pero esto representa una oportunidad para aquellas ciudades o territorios que sí explotan su potencial digital.

Todo sería más viable y fácil a la hora de fomentar una cultura del cambio, la reinvención y la asimilación de innovaciones disruptivas si esta tendencia se apoya desde las instituciones o a través del liderazgo político. Nos guste o no, lo digital lleva buenas dosis de «revolución», los editores, los bancos, los taxis o los hoteles ya tiene plena conciencia de esto.

6. Explotar con realismo el potencial de las universidades

En el tema que nos ocupa el papel de las universidades es fundamental. Hay muchos debates confusos en torno a esto. Por ejemplo, en mi opinión ni es problema de rankings ni de gobernanza (quizás si lo fuera estaríamos ante un grave problema). Comparar cualquier universidad española con Stanford, MIT o Harvard es absolutamente de locos. Esta última tiene unos «endowments» (capital propio que no puede traducirse en gasto pero sí la rentabilidad de su inversión) de más de 30.000 millones de dólares.

La cuantía de ese capital casi alcanza el valor de empresas «globales» españolas como Telefónica o el BBVA. No pidamos a la UA o la UMH (ni a ninguna universidad española) lo que no es razonable. Ambas tienen investigadores extraordinarios y es un logro único de un valor excepcional que uno de nuestro profesores sea candidato a un Nóbel de Medicina.

A nuestras universidades en mi opinión sí se les debe pedir una mayor implicación con su entorno. Especialmente a la hora de desarrollar y retener talento. También a la hora de anticipar los sectores de futuro y ayudar a las empresas a asimilar e incluso aprovechar las innovaciones disruptivas. Y esto hay que incentivarlo dado que nuestros profesores lógicamente lo que hacen es cumplir con eficiencia los incentivos (quinquenios, sexenios, trienios€) que les impone un sistema que se corresponde con una economía de hace décadas.

Dada la velocidad de los cambios, el reto está en anticiparse a las demandas de las empresas. La política educativa sí debe identificar los sectores de futuro y dotar presupuestariamente estas áreas. Dejando claro que hay que salvaguardar la investigación básica, hoy sería de un potencial extraordinario disponer de ingenieros ya formados en Inteligencia Artificial, Big Data, ciertos lenguajes de programación, entre otros. Esto por no hablar de secuenciación de genoma, nanotecnología, biotecnología, economía digital, marketing digital€ Sectores muy relevantes para la economía alicantina como el turismo, la construcción o la industria del calzado serían los grandes beneficiarios al nutrirse tecnológicamente de estos factores de competitividad.

7. Aprender de los nuevos referentes de la nueva economía alicantina

El futuro de la economía no está escrito en ningún libro. Lo estamos escribiendo entre todos. En la economía digital crear una cultura del éxito es tan importante como no estigmatizar el fracaso. En Alicante hay buenas prácticas y casos de éxito que nos están dando una luz extraordinaria. En los últimos años, contra viento y marea, en plena crisis han emergido actividades y negocios muy interesantes. Hay que celebrar estos logros y darles más protagonismo y visibilidad. Debemos pasar página en materia de burbuja inmobiliaria y la desaparición de la CAM. Me estoy refiriendo a éxitos como:

? Una nueva generación de emprendedores tecnológicos de éxito con proyectos de la mayor relevancia internacional: Andrés Torrubia, Javier García, Ángel Pineda... La aparición de empresas de éxito global como Hawkers en Elche. Desde Alcoy (AdSalsa) a Elda (From the Bench) pasando por Finestrat (Energy Sistem) y empresas de servicios digitales de proyección nacional (Human Level, Orizon€), entre otras muchas. Eduardo Manchón (Panoramio), reunió en el Hacker Club un centenar de empresas digitales del mayor interés referencial.

? La conquista de los mercados de demanda más exigentes en el mundo. Es el caso de la Sha Wellness Clinic rodeada por un entorno de turismo de masas y nacida en la coyuntura de crisis más dura.

? La reinvención del sector inmobiliario y la actividad constructora. Empresas locales como ECISA que se han internacionalizado de forma espectacular en mercados muy complejos y difíciles. También ha sido el caso de la comercialización inmobiliaria a mercados extranjeros de alto poder adquisitivo. En consonancia con este proceso de reinvención inmobiliaria han aparecido los «servicers», empresas que comercializan activos inmobiliarios (carteras bancarias, Sareb...) y con técnicas de big data. Una buena base para dar cabida a una potencial sede central de Solvia en Alicante.

? Una nueva forma de gestionar el sector público. En busca de la transparencia y la eficiencia. Desde la introducción de nuevos estilos de gestión (SUMA, por ejemplo) éxito de proyectos como el Parque Empresarial de Elche, el Campus de la Universidad de Alicante o iniciativas pioneras como L´Alfas Intelligence.

? En la revolución educativa mundial de los MOOCs, Alicante es referente internacional. Tanto por UNIMOOC (240.000 emprendedores de 100 países) como por desarrollar desde aquí la tecnología para Google y su programa de formación internacional ACTíVATE. Ya antes se han llevado proyectos tecnológicos nacionales en Alicante del mayor calado como Recursos en la Red, La Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, entre otros.

? La expansión del comercio digital de la industria del calzado. Algunas empresas alicantinas han mostrado una capacidad extraordinaria para hacer marketing digital y conquistar mercados internacionales a través de Internet. El potencial de esta vía es inmenso. A destacar la capacidad emprendedora que están teniendo muchas empresas creadas hace más de 20 años, vinculadas al mundo del calzado -Pikolinos, Mustang, Gioseppo, Hispanitas, Rebeca Sanver-, ahora sumando el fenómeno Tempe, que lejos de haberse quedado a la cola de la innovación han sabido adaptarse a los tiempos de crisis y de deslocalización y son ahora un referente a nivel mundial en este sector.

? El nuevo concepto de resorts, la nueva arquitectura de inmuebles y la captación de segmentos de demanda internacionales de alto poder adquisitivo con empresas que mantienen un gran volumen de inversión en esta crisis (por ejemplo Grupo Marjal)

? El potencial y realidad del «Cluster de la Salud» alicantino y su magnífico posicionamiento ante el desarrollo de una medicina personalizada y basada en altas tecnologías. El surgimiento de nuevos proyectos tecnológicos como MedBravo es una gran noticia.

? La gran proyección internacional y prestigio de la gastronomía alicantina. Ha logrado la excelencia internacional a través de chefs reconocidos nacional y mundialmente sobre la base de la creatividad y la mayor innovación. Desde Denia hasta la Vega Baja.

? Una nueva forma de hacer cultura creativa y global. Lo del Master Internacional de la Guitarra y las iniciativas para desarrollar la capitalidad mundial tienen un valor enorme. Nos marcan una tendencia, porque además se han desarrollado a partir del empuje de la sociedad civil. Nada que ver con el tópico del «menfotismo» alicantino.

Y seguro que me dejo centenares de casos más que por desconocimiento no cito y serán del mayor interés. Pues sí, hay brotes verdes, y cosecha. Una parte de los empresarios están compitiendo mundialmente y con éxito. Están dando pasos de un valor extraordinario en el tema que nos ocupa: el posicionamiento global de Alicante.

8. Cultura de empresa: Good es el enemigo de Great

Así empieza el primer capítulo de la afamada obra de Jim Collins, uno de los libros más leídos en Estados Unidos en relación con los factores de éxito de las empresas globales (Good to Great) y es un magnífico resumen de la entidad del esfuerzo que tienen que hacer las empresas para poder ya no triunfar sino sobrevivir en el mundo global. «Bien» o «bueno» no es suficiente. Las empresas que se instalan en la zona de confort del «good» en el medio plazo tienen un serio problema de competitividad.

De aquí que el desarrollo, retención y atracción de talento sea fundamental. La actividad en la empresa, su producto, su servicio, su innovación, requiere de excelencia para competir globalmente. Por esto citaba a empresas alicantinas que hoy son referentes: luchan cada día por la excelencia. De ahí también que sea de suma importancia que los gobiernos locales faciliten condiciones favorables y ecosistemas eficientes que ayuden a generar «great». Ambas cosas ya las he mencionado más arriba.

9. Sacar partido a nuestras magníficas infraestructuras y calidad de vida (sin morir de éxito)

En este tema los alicantinos podemos morir de éxito. En cualquier foro de nuestra provincia se suele sacar pecho. Hace apenas una década para jugar en la «Champion league» de la economía global, bastaba con una economía industrializada y terciarizada apoyada en unas infraestructuras modernas y un cierto capital humano. Asistimos a un cambio de paradigma.

En pleno corazón del Silicon Valley diariamente en la University Avenue de Palo Alto se colapsa el tráfico. Nadie pierde los nervios, se paran los motores y los conductores encienden sus móviles y trabajan productivamente. En Alicante el tráfico suele ser extraordinariamente fluido comparativamente, incluso en agosto.

La ciudad de Bristol (equivale en población a Alicante y Elche), asiste, pese al Brexit, a una gran fiebre constructora incluso superior al «ladrillo fever» alicantino de hace una década.

No está incentivada por la demanda turística o demográfica sino por su expansión digital. Sus infraestructuras tales como el aeropuerto o el ferrocarril son una categoría ínfima si las comparamos con las de Alicante. La sociedad digital ha cambiado las reglas. El desarrollo de la economía digital, global y basada en el conocimiento, fundamentalmente la innovación tecnológica, pondera otros factores mencionados más arriba sobre los que si no se trabaja es imposible avanzar de forma significativa.

Las infraestructuras tradicionales (aeropuerto, puerto, autopistas, trenes de alta velocidad€) son un gran activo para cualquier territorio pero por sí solas no son condición suficiente para el despegue de la economía digital o la atracción de talento.

Cierto que Alicante está actualmente en una situación casi inmejorable con un aeropuerto internacional, con unas modernísimas instalaciones apenas explotadas y con más de 75 conexiones entre ellas diariamente a grandes «hub» internacionales como Amsterdam, Londres y Frankfurt. Un tren de alta velocidad que lo conecta con el centro de España en poco más de dos horas. Una encrucijada de autopistas, etc. Sin duda un gran activo para el turismo y para el conjunto de la economía. Sin embargo la economía digital se mueve por otros factores€

La calidad de vida en Alicante: clima, entorno marítimo, gastronomía, patrimonio€ es excepcional. Uniendo calidad de vida, más infraestructura nos postulábamos con frecuencia como el Silicon Valley europeo€ No nos engañemos, aunque los altos funcionarios de la OAMI estén encantados de vivir en Alicante y mis amigos los japoneses de Cookpad también, hay un océano de distancia. No es imposible captar nómadas digitales y atraer empresas digitales, pero estamos a una distancia considerable de algo que se le parezca al SV.

10. Unir esfuerzos: La imagen de un territorio competitivo e ir conformando un ecosistema de innovación

Da la impresión si leemos cualquier medio local que pese a la gravedad de la situación económica y financiera de nuestras administraciones, cada una parece llevar una estrategia por su cuenta.

Hay mucho por hacer en común, especialmente a la hora de crear la imagen de un territorio competitivo y donde todos ganen. El ecosistema del Silicon Valley no está en una ciudad, prácticamente participan y viven todos del mismo ecosistema y lo explotan de forma tan diferente que engloba la agricultura de Modesto, el turismo del Valle del Napa o las empresas tecnológicas que se ubican en Mountain View, San Francisco, Palo Alto, Cupertino, San José€

La provincia de Alicante puede ser un magnífico ecosistema si unen esfuerzos para generar un ecosistema «friendly» para la empresas de futuro, para los emprendedores, para las startups de nuestros ingenieros y doctores. Todos sus municipios pueden ganar. La falta de visión en el tema Alicante-Elche es de una gravedad extrema en lo que comentamos.

Una disgresión final

Permítanme una breve digresión final. Hace apenas dos o tres décadas en mi Departamento de nuestra Facultad de Económicas nos sentíamos pletóricos cuando mencionábamos y explicábamos el milagro económico alicantino a alumnos y a profesores foráneos. El empuje de una economía descentralizada en decenas de ciudades y pueblos, el potencial conjunto de dos ciudades como Alicante-Elche, la riquísima diversificación productiva provincial y un turismo en expansión en todo el litoral. Un ADN empresarial exportador que hacía negocios imposibles en medio mundo, con coraje para conquistar mercados complejos. En síntesis: la cuarta provincia española en PIB, y todo esto pese a que siempre era agraviada en términos de inversiones públicas.

Alicante cerró 2015 con 206.300 parados y con una tasa de desempleo del 22,96%, la más elevada por provincias en la Comunidad Valenciana. En tan sólo dos décadas el modelo de referencia ha sido fulminado. Ni en las peores pesadillas un alicantino llegó a soñar algo así (convulsión inmobiliaria y financiera que acabó con las empresas de referencia).

Urge cerrar etapa. Alicante está en condiciones de posicionarse en el futuro. Insisto: hay brotes verdes y cosecha.

Nota Final: Para la elaboración de partes de este artículo conté con el apoyo de miembros de la Asociación AlicanTEC (una fuente de inspiración), empresas amigas en el Silicon Valley y de miembros de los think-tanks que hacemos en Alicante.