U n paseo por la Explanada empezando por la plaza de Canalejas depara un panorama un tanto desolador en el tramo hasta la Rambla: hay varios negocios cerrados, un edificio en remodelación, lo que era un banco que ocupaba también la gran esquina hacia Gabriel Miró clausurado, el solar de un edificio derribado y el antiguo restaurante Delfín, cuyo declive, hace diez años, marcó la aceleración del que sufre la Explanada, está repleto de pintadas. Entre ellos, bancos, las oficinas de una inmobiliaria que ocupa casi una manzana y varias pizzerías, restaurantes y una chocolatería que sí dan cierta vida a ese tramo, pero que vuelve a apagarse cuanto que no abren entre semana o por descanso del personal.

En el tramo desde la Rambla hasta el antiguo hotel Palas los negocios que atraen al público funcionan mejor y no suele haber locales cerrados mucho tiempo ya que enseguida se traspasan. Varios restaurantes o heladerías se alternan con agencias de viajes, la sede de la Cámara de Comercio o el Patronato de Turismo, pero curiosamente las aceras del paseo más próximas a la fachada están muy hundidas en este tramo quizá por defectos en el relleno. Ahí se acumula el agua de lluvia o de riego con el peligro consiguiente de caídas para los transeúntes.

En cuanto al carismático paseo central con los mosaicos de colores que forman olas se aprecia también un importante deterioro, con partes en las que faltan teselas y otras rellenadas con cemento. Y las pintadas proliferan en fachadas y negocios cerrados, y aunque de día, sobre todo en verano, hay mucha afluencia de público, desde la Asociación de Empresarios de Hostelería señalan que ahora en invierno, cuanto que cae la noche, no pasa un alma.

La venta ambulante es otro problema, especialmente en verano, pese a las casetas que instaló el Ayuntamiento. Y la falta de una presencia policial constante, pero sí de muchos turistas, provoca que los manteros salgan corriendo cuando ven agentes y también actúan los tironeros.

En cuanto al auditorio de la Concha, que acoge los conciertos de la banda municipal los fines de semana, está repleta de grietas pese a que fue restaurada en respuesta a las protestas de distintos colectivos que provocó la pretensión del gobierno municipal de eliminar el templete.

El Colegio de Arquitectos planteó justo hace un año la apertura al tráfico de la Explanada, desde la Plaza del Mar hasta Canalejas, para revitalizar el paseo, y lo hizo dentro de las alegaciones al Plan Especial de Protección del Centro Tradicional. Los hosteleros de la Explanada se opusieron y recogieron firmas en contra de la despeatonalización, y así se lo comunicaron a la concejala de Urbanismo, Sonia Castedo, aunque otro colectivo de comerciantes, Corazón de Alicante, sí apoya la apertura parcial al tráfico.

Doce meses después este proyecto está pendiente de la ejecución del Plan del Centro aunque el Colegio de Arquitectos sigue culpando a la peatonalización de todos los males de la Explanada, según explica la vocal de Cultura de la entidad, Lola Alonso. «Desde que ésta tuvo lugar, progresivamente ha ido perdiendo interés, tanto para el comercio como para la estancia y el paseo de sus habitantes. Ello se constata fácilmente fijándonos en la cantidad de locales abandonados, la carencia absoluta de comercio, el lamentable estado de las pavimentaciones y demás elementos urbanos, el desorden y falta de calidad de los mobiliarios de las terrazas de los establecimientos actuales...Nuestra propuesta siempre se ha decantado hacia la apertura al tráfico de todo el margen interior de la Explanada recuperando el carácter de bulevar que siempre ha tenido este paseo». En este sentido, Lola Alonso señala que los comerciantes se equivocan cuando creen que la apertura al tráfico les perjudicará. «Pensamos todo lo contrario, que cuando se recupere la actividad urbana y se revitalice todo el frente marítimo, los comerciantes se verán favorecidos sin duda alguna. La ciudad pertenece a todos sus habitantes y no es más importante la opinión de los comerciantes de la zona que la del resto».

En este momento el Colegio de Arquitectos propone realizar un concurso abierto de ideas «con garantías por parte del Ayuntamiento, el cual apoyaríamos implicándonos en la elaboración de las bases y en el asesoramiento para la elección de un jurado competente en el que se apoyarían esas garantías, sin lo cual todo el procedimiento carecería de eficacia».

Dentro del concurso que plantea el Colegio de Arquitectos entraría todo el ámbito viario hasta el mar y entre todas las propuestas presentadas se elegiría «la que mejor resuelva todos los problemas que allí se presentan. En nuestro país hay un gran nivel de profesionales que pueden dar soluciones que rescaten el frente de la ciudad de la degradación en que ahora se encuentra».

Higinio Córcoba, miembro de la Asociación de Hostelería de la Explanada, señala que mantuvieron una reunión con el Ayuntamiento y les dijeron que «de momento no se va a ejecutar la apertura al tráfico». Sin embargo, desconocen otros proyectos para el paseo y no creen que en 2008 se vaya a ejecutar ninguna obra sobre todo porque ya han pagado la licencia de las terrazas para el año próximo. Sobre la situación del paseo, este hostelero indica que «desde que llegué aquí hace veinte años - es propietario de la cafetería Nuevo Savoy - esto ha perdido mucho. Sólo en los tres últimos años se han hundido cinco establecimientos de la Rambla a Canalejas - ha olvidado todos los que han quebrado durante las dos décadas - , y en la calle Gerona también empieza a haber cierres».

En cuanto a los proyectos que baraja el Ayuntamiento fuentes municipales explicaron que dentro del Plan de Protección del Centro Tradicional está el aparcamiento subterráneo, obra limitada por los colectores, «pendiente de estudiar por nosotros y los comerciantes». Así como la apertura parcial al tráfico de la Explanada dejando una acera, que no se ha desechado, «y en el momento en que entremos a ejecutar el Plan del Centro serán los vecinos y comerciantes los que conjuntamente con el Ayuntamiento decidirán si les interesa o no».

La última propuesta que afecta a la Explanada es el soterramiento de Conde de Vallellano, «que significará su ensanchamiento hacia el mar aproximadamente hasta el final de Canalejas», y que es la mejor vista por los hosteleros de la zona ya que evitaría los atropellos que allí se producen. Este proyecto lo lleva directamente Alcaldía y estaba inicialmente previsto para 2008 pero se ha retrasado por falta de presupuesto de la Generalitat.

Como alternativa, la asociación Corazón de Alicante defiende la apertura al tráfico sólo del tramo desde la Plaza del Mar hasta la Rambla y la construcción del aparcamiento subterráneo. Su presidente, José María Albert, cree sin embargo que la actuación en la Explanada irá unida al soterramiento de Conde de Vallellano. «Hasta entonces no creo que el Ayuntamiento haga nada. Si finalmente en Conde Vallellano el tráfico va soterrado, lo lógico sería hacer una entrada al centro por el tramo peatonal de la Explanada». En este sentido, recuerda que hace 20 años se podía aparcar en esa parte en batería y que había negocios que funcionaban como El Delfín y numerosas terrazas. «Todo es negociar con los establecimientos afectados para que dejen un acceso digno. Habría perjudicados pero el beneficio para la ciudad sería superior».

A cambio el colectivo plantea la peatonalización de la Plaza del Ayuntamiento.

Otro frente que afecta a la Explanada se refiere a su protección legal dado que la Plataforma de Iniciativas Ciudadanas y el PSOE acusan al Ayuntamiento de mantener elementos patrimoniales como el paseo insignia de la ciudad sin protección alguna con lo que, según los socialistas, se incumple la Ley de Patrimonio Cultural.