E l conseller de Infraestructuras, Mario Flores, acordó ayer con su homólogo murciano, José Ballesta, la construcción de cinco nuevos ejes viarios entre Alicante y Murcia, cuyo objetivo será la mejora de las comunicaciones entre ambas provincias tanto por el interior como por la costa, para lo cual ambos gobierno autónomos reclamarán también al Ministerio de Fomento la prolongación de la autovía A-33 desde Fuente la Higuera a Blanca a través del Alto Vinalopó, el desdoblamiento de la N-332 entre Pilar de la Horadada y San Pedro del Pinatar y la construcción de un tercer carril en la A-7 desde Crevillent a Alhama de Murcia, municipio donde se ubica la industria cárnica El Pozo.

Flores y Ballesta, que también trasladaron sus planes al presidente murciano, Ramón Luis Valcárcel, avanzaron que ambos ejecutivos actuarán sobre 143 kilómetros de carreteras, de los que 77 corresponderán a dos autovías de nueva construcción, con un presupuesto de 143 millones de euros, aunque no especificaron ni la forma de financiación, ni los plazos de ejecución, aspectos que deberán plasmarse en el convenio pendiente ahora de firmar.

El objetivo del plan conjunto Consell-Murcia es que las carreteras proyectadas permitan dar continuidad a los ejes viarios que discurren actualmente por el interior de ambas provincias. En concreto, están proyectadas una nueva autovía entre Santomera, Yecla y Pinoso, de 62 kilómetros y 294 millones de euros que permitirá la conexión entre las autovías A-33 (Yecla-Caudete); y la A-7 y una segunda autovía, Abanilla-A-7, cuyo objetivo es dar continuidad a la CV-95, con lo que se conseguirá un eje de conexión transversal entre el interior y Torrevieja, uniendo la autovía con la A-7 y la N-332. En total 15 kilómetros con un presupuesto de licitación de 73 millones de euros. La actuación se completará con una carretera entre La Algueña y la autovía de Yecla de 22 kilómetros, otra que conecte esta vía de alta capacidad con la pedanía oriolana de Barbarroja (19 kilómetros y 60 millones de euros de inversión); y la prolongación de la CV-83 desde la A-31 hasta Pinoso, con una longitud de 25 kilómetros y una inversión de 100 millones, según la información facilitada ayer por la Conselleria de Infraestructuras.

Mario Flores destacó que «estos cinco nuevos ejes viarios permitirán la mejora de las comunicaciones entre las dos comunidades y también una mejora de la seguridad vial, así como una distribución del tráfico más homogénea y rápida». Sobre las peticiones que trasladará al Ministerio de Fomento y que complementan las actuaciones del Gobierno de Murcia y el Consell, Flores subrayó que «espero que el Gobierno no se olvide de aquellas actuaciones que son de su competencia pero tienen una gran importancia para el futuro de nuestras dos comunidades».

Por otro lado, ambos consellers abordaron durante la reunión de trabajo la necesidad de establecer una estrategia común para reivindicar al Gobierno Central que aborde las infraestructuras ferroviarias entre Alicante y Murcia que llevan años sin ejecutarse. Flores y Ballesta exigieron al Ministerio de Fomento que concrete una fecha para la llegada del AVE a las tres capitales de la Comunidad Valenciana y Murcia - de momento sólo existe el compromiso de que llegará a Valencia en 2010 - y la inclusión del Corredor Mediterráneo en la planificación estatal.

«Queremos también que el Gobierno concrete las inversiones para remodelar la línea ferroviaria de Cercanías entre Alicante y Murcia - un millón de pasajeros al año - , un corredor de importancia estratégica para mejorar la conexión entre las áreas metropolitanas de Alicante y Murcia», aseveró Mario Flores, que ha recuperado las reuniones de trabajo con sus homólogos murcianos en Infraestructuras impulsadas durante la etapa de su antecesor García Antón.

Flores quiere revisar, por otro lado, el grado de cumplimiento del protocolo de carreteras firmado por el Consell y Fomento.