Vuelven los mojiteros ilegales a las playas de Alicante

Los vendedores ambulantes sin licencia ofrecen bebidas que preparan sin ningún control sanitario en maleteros de vehículos y sobre la arena

Los hosteleros reclaman más presencia policial en el Postiguet para acabar con esta práctica que se repite año tras año

Un vendedor ambulante ilegal de bebidas en la playa del Postiguet en imagen reciente.

Un vendedor ambulante ilegal de bebidas en la playa del Postiguet en imagen reciente. / Pilar Cortés

Alejandro J. Fuentes

Alejandro J. Fuentes

¡Fanta, cerveza, Coca-Cola...! El reclamo de los vendedores ilegales de bebidas vuelve a tomar la playa del Postiguet. Los «mojiteros» se adelantan a la llegada de la temporada de verano y aprovechan el buen tipo y el desembarco multitudinario de cruceristas en las últimas semanas para hacer negocio en la céntrica playa alicantina. 

Al margen de la ley, estos vendedores ambulantes sin licencia ofertan todo tipo de refrescos, cócteles y zumos de fruta que preparan en las calles adyacentes, sobre los maleteros de sus vehículos (en los que guardan la «materia prima» a pleno sol) o incluso sobre la propia arena. Un sistema de elaboración al margen de cualquier control sanitario que, como ya ha alertado en diversas ocasiones la Conselleria de Sanidad, puede conllevar diversos riesgos para la salud. Un informe emitido por el departamento autonómico en la pasada legislatura señalaba que los productos que venden los «mojiteros» se deben enmarcar dentro de la definición de alimento, por lo que también deben cumplir con la correspondiente legislación alimentaria.

Sin condiciones higiénicas

Entre otras cuestiones, Salud Pública centraba el foco en que, para saber que no son «un factor de riesgo», se deben controlar aspectos como el origen de las materias primas que se usan para elaborarlas, como la bebida o el hielo; pero también las «condiciones higiénicas» donde se preparan; su conservación; y la exposición o distribución de los productos. Todo ello para que se asegure su «inocuidad», es decir, que no haga daño a aquellos que las consumen.

Además de los potenciales problemas que este tipo de productos pueden generar en la salud de quienes los consumen, su venta ilegal afecta negativamente a los comercios y negocios de restauración de la zona, que sufren cada año la «competencia desleal» de estos vendedores ambulantes sin licencia. Además, como no se trata de una práctica novedosa, sino que se repite año tras año, los hosteleros consideran que su control tiene fácil solución.

Para Javier Galdeano, presidente de la Asociación de Locales de Ocio y Restauración de Alicante (Alroa), «todo lo que sea una actividad fuera de la regulación debe suprimirse» y para ello «es imprescindible que haya más control policial». El representante de los hosteleros recuerda que «existe una ordenanza que regula la venta ambulante, por lo que «todo aquel que no cumpla con los requisitos recogidos en la normativa tiene que ser sancionado».

Por todo ello, desde Alroa reclaman al Ayuntamiento un refuerzo de la acción policial en la zona, controlando la venta ilegal de productos e impidiendo que alimentos al margen de los controles sanitarios terminen llegando a los vecinos y a los turistas.