El Gobierno y los regantes firman un acuerdo de mínimos para trasvasar agua del Júcar a la provincia

El convenio garantiza 267 hectómetros cúbicos durante diez años, lo que representa un 25% del caudal que se prometió

Pendientes quedan inversiones por 120 millones para completar la red de riego del historico convenio

J. A. Martínez

J. A. Martínez

Un día para la historia. El teatro Wagner de Aspe ha sido el escenario para la firma del convenio que regulará durante una década el trasvase Júcar-Vinalopó. Un acuerdo que ha sufrido numerosos escollos, pero para el que, al final, se ha conseguido cerrar un acuerdo. El convenio firmado este martes prevé un suministro mínimo de un total 278 hectómetros cúbicos para el riego en la cuenca del Vinalopó durante los próximos diez años y dará servicio a más de 20.000 agricultores. Aunque inicialmente estaban previstas aportaciones del Júcar de ochenta hectómetros cúbicos al año, éstas se han reducido a 34 como consecuencias de las decisiones de cambio de trazado, que han sido las que han ido demorando que se llegara a un acuerdo. Asimismo también se contemplaba la posibilidad de que el agua trasvasada sirviera tanto para el regadío como para el abastecimiento, aunque finalmente sólo se recibirán recursos para el riego. Los regantes recuerdan que aún son necesarias inversiones de 120 millones de euros para las obras del postrasvase y la reparación de la balsa de San Diego para que este acuerdo fuera eficaz. El documento permitirá fijar en 0,24 céntimos el precio del agua atendiendo así una de las principales reivindicaciones de los regantes. El objetivo último es la recuperación de los sobreexplotados acuíferos subterráneos de la zona. A lo largo del acto de la firma, los mensajes de "lo pasado, pasado está" fueron repetidos en los discursos, así como los llamamientos ante esta nueva etapa que ahora se abría tras 600 años de reivindicaciones para recibir aguas del Júcar.

El acto ha estado presidido por el Secretario de Estado de Medio Ambiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), Hugo Morán, acompañado por la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, y el director general del Agua del MITECO, Teodoro Estrela. La firma del convenio contó también con el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, (CHJ), Miguel Polo; el presidente de la sociedad estatal Acuamed, Francisco Baratech, y el presidente de la Junta Central de Usuarios del Vinalopó-Alacantí, Ángel Urbina. Entre los asistentes al acto se encontraban también el presidente de la Diputación, Toni Pérez y el expresidente de la Generalitat Ximo Puig, mientras como representantes del actual Consell estaban el secretario autonómico de Medio Ambiente, Javier Sendra, y la directora general del Agua, Sabina Goretti; así como diputados nacionales, alcaldes de la zona y representantes de las comunidades de regantes.

Una reivindicación histórica

Este trasvase es una reivindicación histórica de la provincia de Alicante que data de 1420, año en el que se produjo la primera reivindicación del concejo de Elche proponiendo a Villena ir de la mano juntos para lograr recursos hídricos del Júcar. A lo largo de la historia, se han producido aportaciones de recursos hídricos al Vinalopó desde el Júcar, pero ésta es la primera vez que se regula un suministro de aportaciones de agua. Desde la reactivación del trasvase a finales de los 90, la tramitación se ha venido retrasando por las largas negociaciones, ya que el cambio de trazado que acabó aprobando el Gobierno en 2005 disparó los costes energéticos. Un gasto que se va a reducir con la instalación de placas fotovoltaicas. Los participantes en la firma recibieron una réplica en miniatura del documento original de la petición que se encuentra en el Archivo Histórico de Elche y está escrito en castellano antiguo, sefardíe y musulmán.

Ángel Urbina destacó que la elección del Teatro Wagner para firmar el convenio estaba plagado de una gran carga simbólica. "Aquí hemos llorado lágrimas durante muchos años a causa de sequías, falta de precios, tractoradas, y otras protestas reivindicando agua"., dijo. Según aseguró, el convenio "abre una puerta de esperanza de crear una regulación de las aguas de nuestros acuíferos. Si hacemos las cosas bien, el Vinalopó puede ser un ejemplo de gestión de aguas en el Estado español". Urbina recalcó que los recursos del Júcar "no vienen a incrementar regadíos. Litro que viene es litro que no vamos a usar de los acuíferos". Urbina reivindicó también las obras pendientes del postrasvase para continuar avanzando en la ejecución del trasvase y que permitiría incrementar los recursos. En su discurso, destacó que en aras al consenso hemos "renunciado a posiciones justas".,

Desde el Ministerio de para la Transición Ecológica se destacó que con la firma de este convenio con los usuarios del Júcar-Vinalopó, "el Gobierno ha dado un nuevo paso en su compromiso con la recuperación y la protección de las aguas subterráneas, y también por incrementar la seguridad hídrica en los territorios con mayor déficit de agua. No en vano, este acuerdo permite poner en servicio la conducción del Júcar-Vinalopó que desde su finalización en 2012 ha estado infrautilizada por los elevados costes de explotación y amortización que han repercutido significativamente en el precio del agua".

"La colaboración con los usuarios da luz verde a la ejecución de las plantas fotovoltaicas, que abaratarán los costes energéticos, y que estarán ejecutadas en los próximos 3 o 4 años. Hasta entonces, este Gobierno con la aprobación de la Orden TED/157/2023, por la que se estableció la excepción temporal y parcial al principio de recuperación de costes, permitirá ofrecer de forma excepcional el agua a un precio de 0,24 € el m3", destacaron. La sustitución de las aguas subterráneas por superficiales permitirá reducir de forma significativa la extracción de las aguas subterráneas de las que actualmente se abastecen más de un millón de usuarios y se utilizan para el riego de alrededor de 35.000 hectáreas. Esta actuación se suma a las que ya tiene en marcha este Ministerio para incrementar la producción y abaratar el precio del agua desalada. El Secretario de Estado de Medio Ambiente destacó la inversión de 2010 de hasta 300 millones de euros en la provincia para habilitar la infraestructura destacó que están pendientes inversiones de 500 millones más en otras infraestructuras, algunas de ellas en la provincia de Alicante, entre las que citó la ampliación de la desaladora de Torrevieja, que ampliará su capacidad a 120 hectómetros cúbicos de agua frente a los 80 actuales, así como la instalación de placas fotovoltaicas que servirán para cubrir los costes energéticos del trasvase Júcar Vinalopó; así como otras actuaciones como el plan de reutilización de agua en Monte Orgegia y Rincón de León; o depuradores de aguas residuales en el Vinalopó.  

Al presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Miguel Polo, le tocó durante su discurso hurgar en la herida de uno de los aspectos más polémicos del trasvase. Cuando el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero decidió en 2005 cambiar la toma del agua donde iban a salir los recursos a la provincia desde Cortes de Pallás al azud de la Marquesa. Polo subrayó que aunque él no estaba en la institución en aquella época "fue una decisión de carácter técnico y no política" y aseguró que lo que tocaba era mirar hacia delante.

Datos

El presidente de Acuamed dio algunos datos sobre la magnitud de la inversión realizada en su día: Más de 95 kilómetros de conducción, con dos túneles y grandes tuberías de transporte con diámetros de entre 1.800 y 1.900 milímetros, por las que se puede caminar sin agacharse, cuatro estaciones de bombeo y un total de 45 megavatios de potencia instalada y tres bases intermedias de regulación con un volumen total de 300.000 metros cúbicos. "Al final hay una balsa de regulación con capacidad 20 hectómetros cúbicos, que todos ustedes ya conocen las circunstancias en las que se encuentra", señaló para referirse al embalse de San Diego, que está prácticamente inutilizado debido a que se detectó que tenía fugas desde que se acabó su construcción.

El director general del Agua, Teodoro Estela, subrayó cómo la tecnología de las placas solares iban a ayudar a reducir coste, tecnología que ha contado con un 80 % de financiación de fondos europeos. "Ello ha permitido bajar costes de inversión, de mantenimiento y explotación y hacerlos asequibles para los usuarios", dijo, al tiempo que añadió que el trasvase va a permitir la sostenibilidad de la agricultura de regadío en una parte muy importante de la agricultura de la provincia de Alicante, como es la cuenca del Vinalopó. El convenio tenía que dar estabilidad y por eso se dio un plazo de diez años, fijando una hoja de ruta donde los volúmenes de agua que se iban a ir enviando iban a ser crecientes. Desde 8 hectómetros el primer año, hasta 34 a partir del cuarto.

El alcalde de Aspe, Antonio Puerto, fue el encargado de abrir el acto, quien tuvo en su discurso un recuerdo para todos y cada de los agricultores, productores y regantes que habían trabajado codo con codo para que este convenio fuera una realidad. También tuvo un recuerdo para otras personalidades políticas implicadas en el trasvase, con alcaldes como Ramón Berenguer, Miguel Ivorra, así como el conseller José Ramón García Antón; y un afectuoso saludo a regantes representativos como Manuel Asensi, que falleció el mismo día que el Consejo de Ministros aprobó el acuerdo. Puerto destacó "el esfuerzo que hemos hecho todos en llegar a este acuerdo" y confió en que los mismos problemas que hay con el trasvase Tajo-Segura se solucionen con este mismo espíritu. "Estamos haciendo historia, pero debemos seguir haciendo historia poniendo los recursos que hacen falta y hagamos del agua una realidad para todos los pueblos del Vinalopó", dijo para reivindicar las obras del postrasvase.

Valoraciones

El expresidente de la Generalitat Ximo Puig destacó que "la vía del diálogo es la solución a los problemas, éste es el gran mensaje de hoy. Creo que se ha hecho un gran esfuerzo de cooperación, de solidaridad y de entender que el agua no debe ser una guerra estéril, tiene que ser progreso, bienestar prosperidad y además ha conseguido generar una actividad económica extraordinaria". Por su parte, la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, ha señalado que este es "un gran día" porque "el compromiso del Gobierno de España con la provincia de Alicante se hace efectivo y se puede materializar y visibilizar". Bernabé pidió "dejar a un lado ciertos discursos de frentismo y de confrontación" para poner en valor las acciones del Gobierno de España con la provincia, resaltando que éste es "un hecho del Gobierno socialista, que complementan otras cifras que avalan esa gestión, como es que este Gobierno es el que más agua ha trasvasado".

Por su parte, el presidente de la Diputación, Toni Pérez, subrayó que este acuerdo "es muy importante por la garantía y la seguridad que ofrece en la consecución de agua a un precio más o menos razonable", al tiempo que ha resaltado que este convenio garantizará el agua por diez años, "aunque es verdad que menos que la comprometida en el Plan del Júcar-Vinalopó de 1998". Pérez resaltó la labor que desde la Diputación se está realizando para mejorar el uso del agua en la provincia: "A pesar de no ser una administración competente en esta materia, desde el área de Ciclo Hídrico se ha realizado una gran inversión en el territorio para favorecer la mejor gestión y uso del agua", indicó. Asimismo el diputado nacional por el PP y expresidente de la Comisión Técnica del Agua de la Diputación Joaquín Melgarejo aseguró que éste es "un acuerdo necesario, aunque no suficiente para que el trasvase Júcar-Vinalopó pueda aportar agua a la provincia en la situación de escasez permanente y que pueda servir para la recuperación ambiental de las aguas subterráneas".