La Generalitat fracasa en su intento de llevar transporte público a Tabarca

La licitación anunciada por la Conselleria de Movilidad y Obras Públicas queda desierta al no presentarse ninguna mercantil. Las condiciones impedían cobrar más de 10 euros por los billetes ida y vuelta

Una de las tabarqueras que conectan la isla, en imagen de archivo.

Una de las tabarqueras que conectan la isla, en imagen de archivo. / INFORMACIÓN

Alejandro J. Fuentes

Alejandro J. Fuentes

Cero. Ni una sola empresa ha querido hacerse cargo del servicio de transporte público que la Generalitat quiso poner en marcha entre la isla de Tabarca y la península. La licitación anunciada por la Conselleria de Movilidad y Obras Públicas ha quedado desierta después de fijar el precio máximo del billete de ida y vuelta en 10 euros, cuando las tabarqueras cobran habitualmente en torno a 15.

El departamento autonómico que dirige la socialista Rebeca Torró anunció en el mes de abril el concurso público para hacerse con el servicio, que conectaría la isla con Santa Pola y no con Alicante, a pesar de que pertenece al término municipal de la capital de la provincia.

Sin embargo, casi un mes más tarde, el proceso se ha declarado desierto después de que ninguna mercantil se interesara en ofrecer el transporte. Entre las condiciones establecidas por la Generalitat se encontraba la obligatoriedad de llevar a cabo al menos seis trayectos diarios, tres en cada sentido, además de operar durante todo el año, una de las principales reivindicaciones vecinales.

Empresas interesadas

Por su parte, la conselleria desconoce el motivo por el que no se habría presentado ninguna empresa al concurso público. Fuentes del departamento consultadas por INFORMACIÓN sostienen que "había mercantiles interesadas en presentarse al contrato porque se pusieron en contacto y se les dieron detalles y resolvieron dudas".

No obstante, aseguran que se está estudiando la mejor manera para prestar el servicio público para atender las demandas de los vecinos de la isla y cubrir sus necesidades de movilidad.

El contrato ofertado por el Gobierno autonómico no incluía remuneración alguna por la prestación del servicio, sino que las tabarqueras cobrarían únicamente el precio de los billetes que vendan.

Teniendo en cuenta la tarifa actual, un 30% superior a la exigida por el Consell, y el hecho de que con el nuevo contrato se verían obligadas a fletar barcos incluso en temporadas sin demanda, el servicio ofrecido por Torró no ha resultado suficientemente atractivo a las navieras.