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La Costa Blanca echa el cierre a sus primeros nueve hoteles por la falta de turistas

Los establecimientos turísticos empiezan a bajar la persiana con la llegada de septiembre ante el desplome de ingresos

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Coronavirus: La Costa Blanca echa el cierre a sus primeros nueve hoteles por la falta de turistas

El final del mes de agosto trae ya el cierre de los primeros hoteles de la Costa Blanca, con lo que se empieza a dar carpetazo a una temporada alta marcada por el desplome en los ingresos por la falta de turistas y las restricciones por el covid-19... y el sector augura un invierno «catastrófico».

Nueve establecimientos, ocho de Benidorm y otro de l'Alfàs del Pi, ponen el candado. Ayer bajaron la persiana dos de ellos, hoy otro y el resto a lo largo de esta semana. Un goteo que va a seguir pese a estar aún en temporada alta debido a la falta de clientes.

De esta forma septiembre, con el fin de las vacaciones para las familias y el regreso al colegio, trae este año consigo el insólito cierre de muchos hoteles de la Costa Blanca, pese a que tradicionalmente es uno de los meses más fuertes para el sector. Un colofón a una temporada nefasta en la que los ingresos cayeron un 60% en julio por la reducción en los visitantes y las limitaciones impuestas por el coronavirus.

La patronal hotelera Hosbec confirma este inicio en el progresivo cierre de la mayor parte de la planta hotelera de la Costa Blanca. Este fin de semana se ha iniciado un goteo de clausuras de establecimientos hoteleros, que es solo un aperitivo de lo que el sector cree que será un invierno «catastrófico» para el turismo por la pandemia del coronavirus, según ha manifestado el presidente de los hoteleros de la Comunidad, Toni Mayor, y corrobora la Fundación de Turismo Visit Benidorm de cara a una temporada baja en la que no habrá ni turistas de la tercera edad ni extranjeros, dos mercados capitales. Es decir, un Benidorm desierto.

Los primeros en echar el cierre son nueve establecimientos de la provincia, ocho en Benidorm y uno en l'Albir, que reabrieron sus puertas tras la desescalada con el objetivo de poder salvar algo del mercado perdido durante el confinamiento, pero a los que ya no les salen los números. A la lista se suman también otros hoteles que, tras la imposición de la cuarentena a España por parte de Reino Unido, tuvieron que cerrar precipitadamente sus puertas o aplazaron al 1 de septiembre su fecha de apertura y la han vuelto a posponer.

De este modo, Benidorm verá reducida su capacidad a 18.300 plazas de las 40.000 que conforman la planta hotelera local, y tendrá 60 hoteles operando, cuando en los últimos inviernos la ciudad mantuvo abiertas cerca de 30.000 camas de hotel. En el resto de la Costa Blanca, habrá 8.500 plazas disponibles y un total de 37 hoteles diseminados por distintos puntos de la provincia. Y en invierno el panorama va a ser desolador, ya que Hosbec considera que será un «milagro» si se mantienen abierto 10 o 15 hoteles en lo más bajo de la temporada.

Y esto es la puntilla tras una campaña nefasta. Según un estudio de la patronal de la Costa Blanca, los ingresos medios por habitación disponible en julio cayeron un 60% durante el primer mes de la temporada alta respecto a los datos registrados en el año 2019.

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