Las primeras comuniones también se han visto alteradas por la pandemia, tanto en las fechas cómo en el aforo del templo. Estas celebraciones litúrgicas han pasado de celebrarse, normalmente, durante la primavera, a los meses de julio y agosto, lo que está dejando estas semanas una estampa atípica en las calles y parroquias de la provincia. Para septiembre y octubre, meses propuestos por el Obispado, se prevé la mayoría de las comuniones.
Así lo afirma Vicente Martínez, vicario general de la Diócesis de Orihuela-Alicante, quien explica que «en marzo se dieron estas fechas como previsión para que cada sacerdote se organizara según las características de su parroquia y las familias de los comulgantes, todo ello determinaría el tiempo propicio sobre cuando se llevarían a cabo las celebraciones».
De esta forma, durante los meses de julio y agosto recibieron la primera comunión 1.393 niños de la citada diócesis, aunque como bien señala el vicario general «la mayoría de menores lo harán después del verano».
Todos los comulgantes lo hicieron cumpliendo con unos protocolos de seguridad sanitaria y de higiene que desde el Obispado dieron a conocer a las parroquias. En él «indica claramente que no se puede superar el 75% del aforo del templo, eso determina que el número de niños sea muy reducido. Además, en todo momento, se debe guardar la distancia social y respetar el uso de mascarillas, incluidos los niños de primera comunión, algo que asumen a la perfección y llevan puesto durante toda la celebración. Estos se adaptan bien y se está creando un ambiente de mucho respeto a las normas sanitarias».
Vicente Martínez también destaca el uso de gel hidroalcohólico, airear los templos y la supresión de todo contacto físico, excepto a la hora de tomar la forma consagrada, «algo que se suele dar en la mano a los menores porque a los sacerdotes les da más seguridad, aunque la Conferencia Episcopal ha dejado libertad de conciencia a las diócesis para que lo ejecuten. Cada una determina».
A modo de comparación, desde el Obispado recalcan la cifra de 3.594 niños que el curso pasado recibieron la Primera Comunión. Desde la entidad son conscientes que el número de comulgantes este año será menor, puesto que muchas familias están posponiendo la celebración para el próximo año. Eso sí, la cifra concreta la confirmarán a finales de año.
Catequesis online
«Siempre estamos atentos a las medidas sanitarias que marca la Generalitat, por eso este año hemos organizado un plan b por si no se pudiera ofrecer de forma presencial». Por ello, tal como apunta el vicario general, «la convocatoria de catequesis se hará, a ser posible, por medio de las redes sociales, para que el contacto físico sea el estrictamente necesario y mínimo. Al igual que las inscripciones, siempre que se pueda, serán mediante un formulario online». Asimismo, los grupos de niños que asistan a catecismo serán muy reducidos y no sobrepasarán los 40 minutos. Además, desde Vicaría «queremos evitar exponer a catequistas mayores o vulnerables y hacer un llamamiento a los más jóvenes. Alguno de ellos también podría ser el encargado de coordinar los medios telemáticos de cada parroquia. Queremos que la catequesis sea presencial porque necesitamos estar cerca de la gente pero si hubiera un confinamiento se llevaría a cabo de forma telemática», aclara Martínez.
Por ello, pide a los padres que sean responsables en la fe de sus hijos rogando a los cristianos «no encerrarse en sí mismos y ayudar a los demás. Que esta pandemia no transmita el virus del egoísmo y del aislamiento profundo».
