Negocios que no han levantado la persiana este verano, otros que trabajan muchas menos horas que cualquier otro mes de agosto y ventas que caen en picado en temporada alta. El cierre de hoteles y alojamientos en Benidorm no solo afecta a estos sino a todo un conjunto de empresas que, de forma indirecta, dependen de los visitantes a los que alojan los primeros. Cafeterías, bares, tiendas o supermercados han visto como la crisis sanitaria del coronavirus también les hacía pender de un hilo en pleno verano y tener que reducir personal y horarios cuando habrían estado a estas alturas trabajando «a destajo».
La situación sanitaria ha dejado el 50% de los hoteles cerrados; otros tantos apartamentos o alojamientos de todo tipo tampoco están al 100%; y, por tanto, un volumen de visitantes en las calles y consumiendo que se ha reducido mucho este año. Sobre todo, en la zona del Rincón de Loix, y más concretamente en las calles que forman la conocida como zona inglesa. Allí, grandes hoteles que decidieron abrir sus puertas a mitad de julio las volvieron a cerrar tras el anuncio de Boris Johnson de poner en cuarentena a todos aquellos que volvieran al país tras sus vacaciones en España. Así que sin turistas, no hay negocio para ellos pero tampoco alrededor.
Caminar por las calles de este barrio de Benidorm hace un año era hacerlo entre tiendas, supermercados y negocios que incluso tenían colas para entrar. Los turistas, sobre todo británicos, llenaban las tiendas de souvenirs o elementos de playa, entraban a los supermercados a comprar comida o bebida para pasar el día y esperaban su turno en las oficinas de cambio o en las de venta de alcohol y tabaco. Pero además, las cafeterías y bares también se llenaban a primera hora de la mañana sirviendo los cafés a aquellos que no tenían incluido su desayuno en el hotel o bajaban de los apartamentos que copan gran parte de las calles.
Sin embargo, el verano de 2020 deja estampas muy diferentes. Como ya publicó este diario, el 90% de los negocios de hostelería en esta zona de Benidorm ni siquiera han abierto ante la falta de turismo británico; lo mismo que muchas tiendas y negocios de todo tipo. Y muchos de los que han abierto aguantan el tipo con los pocos visitantes que pasean por las calles.
«Está todo parado, muerto. Los locales que dan desayunos están trabajando mucho menos porque no hay turistas», apuntó a este diario Javier del Castillo, presidente de la Asociación de Bares, Restaurantes y Cafeterías de Benidorm (ABRECA). «El cierre de hoteles afecta muchísimo a todos» y «los locales que solían estar llenos, están a medio gas», añadió.
Lo mismo ocurre con las tiendas. «No tengo ni la mitad de gente comprando al día que el año pasado», indicó uno de los vendedores de uno de los comercios del Rincón de Loix. Y la situación se repite en muchos otros que están abiertos: «cualquier mes de agosto cerramos a las 21.30 horas. Este mes estamos cerrando a las 18.00 y las dos primeras semanas de julio solo abríamos de 9.00 a 14.00 horas», indicaron fuentes del Grupo Eurotabaco, uno de los negocios que en otras temporadas altas suele tener picos de afluencia llegando a generarse colas fuera del establecimiento: «de las 8 o 9 horas que abrimos, tenemos trabajo dos o tres», añadieron las mismas fuentes quienes afirmaron que «se nota que no hay turismo. Hay muy poca gente, está vacío».
Sin clientes trabajadores
No solo las cafeterías han perdido a parte de sus clientes por la falta de turistas. El cierre de hoteles ha dejado a muchos trabajadores en el paro o ERTEs, por tanto, también han dejado de ir a desayunar en sus turnos de descanso a los negocios de hostelería. «En la zona del centro de Benidorm, se atiende a muchos empleados de hoteles, comercios... que también han dejado de venir por el cierre de los mismos», indicó Javier del Castillo. Cabe recordar que en el centro de la capital turística sí hay abiertos más negocios hosteleros. Las aperturas llegan al 95% este verano a pesar de la crisis sanitaria por el coronavirus.
