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El teletrabajo se convierte en un nuevo nicho de mercado para la venta de viviendas en la Costa Blanca

Provia y el Colegio de Apis detectan un aumento del interés de profesionales alemanes, belgas, ingleses y madrileños por venir a vivir a la Costa Blanca autorizados por sus empresas - La pandemia del covid ha terminado por impulsar este modelo laboral

Estructura de un edificio de viviendas de lujo en construcción en Benidorm. DAVID revenga

La potenciación del teletrabajo generado como «parche laboral» durante la crisis del coronavirus ha abierto en los últimos meses un nuevo nicho de negocio inmobiliario en la provincia de Alicante, sobre todo en la franja costera, al haber crecido la demanda desde numerosos colectivos profesionales, extranjeros y españoles, por adquirir una vivienda en la provincia y residir en la misma durante todo el año. Así lo constatan Provia y el Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Alicante. Un nicho de mercado que comienza a ser una realidad, según confirman los promotores.

El secretario general de Provia, Jesualdo Ros, subraya que «hace años que Alicante es un lugar apetecible para los europeos que compaginan residencia y trabajo, pero sí que hemos notado ahora un cambio con la coyuntura sobre la de hace diez años. Antes pasaban largas temporadas trabajando y luego volvían a su país, pero ahora también hemos detectado que se instalan en la provincia definitivamente, teletrabajan a diario y viajan a sus ciudades de origen, por ejemplo, cada quince días. Una práctica que se extiende en el mercado nacional, sobre todo con Madrid». Ros subraya que estamos ante «una pieza más pero no solo está esta. Esta semana han contactado con nosotros grupos de inversores franceses interesados en promover viviendas para mayores de 55 años, no solo para jubilados».

Confinamiento

Pablo Serna, consejero-delegado del Grupo Inmobiliario TM, uno de los más activos en todo lo relacionado con el turismo residencial, coincide en que «por supuesto que estamos ante un elemento más para el tablero. Esta misma semana, repasando las fichas de nuestros compradores, me he encontrado con un cliente alicantino, que trabaja fuera de la provincia y que nos ha pedido que la vivienda que ha adquirido fuera de tres dormitorios para dedicar uno a despacho y poder trabajar así desde casa. Tenemos también compradores que pensaban adquirir una casa para la jubilación y con esto del covid y el confinamiento han adelantado la compra». Serna subraya que «hay mucha gente en Europa a la que se le ha encendido una luz con la pandemia, y saben que, en caso de confinamiento, aquí van a estar mejor que en su país, de ahí que también busquen pisos amplios con terrazas y casas con jardín individual».

El perfil mayoritario de estos potenciales compradores es el de ciudadanos ingleses, alemanes y españoles que ya conocían Alicante como destino de sus vacaciones y que han visto cómo sus empresas han optado por continuar con el teletrabajo de forma permanente a causa de la pandemia mundial. «Estamos recibiendo un importante número de consultas de personas que ya no se ven atadas a sus países de origen, con un clima menos atractivo, para poder desarrollar su carrera profesional. Además, ante la amenaza de nuevos confinamientos, estos clientes buscan viviendas unifamiliares de tamaño mediano con jardín y espacio de expansión», explica Marifé Esteso, presidenta del Colegio de APIs.

Esta coyuntura también se ha trasladado a los compradores españoles, especialmente entre familias de mediana edad con hijos pequeños que buscan el buen clima y espacios amplios. «El coronavirus ha provocado un cambio en las preferencias de nuestros clientes, por lo que el chalet o el adosado, con parcela y piscina, se ha convertido en un producto con una gran demanda, apunta Esteso. La responsable del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria destaca que Alicante mantiene su gran atractivo como destino para la compra de vivienda, y se muestra convencida de que se van a cerrar una cantidad significativa de operaciones a corto y medio plazo.

Alicante sigue encabezando, pese a la crisis, el ranking de compra de viviendas por parte de extranjeros en España, una posición que no se ha visto tan afectada por el Brexit como se preveía, y que incluso se puede ver reforzada por la inesperada irrupción del teletrabajo a tiempo completo.

Marifé Esteso cree que esta tendencia es muy positiva para la provincia de Alicante, ya que implica un mayor movimiento en el mercado de la vivienda y permite atraer a profesionales de alto poder adquisitivo durante todo el año. «Si España consigue que no se produzca un rebrote importante de coronavirus en los próximos meses, nos podemos encontrar incluso con la oportunidad de atraer compradores más jóvenes, que complementen al perfil más habitual de jubilados que eligen la costa Blanca para retirarse», afirma la presidenta de los Apis.

Los precios de la vivienda se han mantenido estables desde el inicio de la crisis sanitaria, una tendencia que espera que se mantenga hasta finales de año. Los API se muestran confiados en que la llegada de ciudadanos de toda España y de los primeros extranjeros van a suponer una reactivación del sector. La presidenta del Colegio API de Alicante subraya que la provincia ofrece una imagen de seguridad ante el cliente extranjero, ya que sigue siendo un destino con buen clima, bien conectado y con un sistema sanitario de calidad.

Por otro lado, en el caso de la promoción de viviendas, la desescalada ha servido para garantizar que se cumpla con compromisos (entrega de viviendas), pendientes, pero hay otro tema que urge resolver, como es la concesión de licencias. «Existe demanda pero las promociones no se ponen en marcha de la noche a la mañana. Hace falta la licencia y la financiación. Si no existe la primera, no se pueden cerrar ventas y los bancos para darte el crédito piden que tengas vendida el 50% de la promoción», reitera Jesualdo Ros, secretario general de Provia. Provia insiste en que los «ayuntamientos deben salir de su burbuja y mover las licencias y licitaciones.

El turismo residencial mueve un total de 12.000 millones de euros al año, de los que seis mil millones corresponden al gasto de los extranjeros que tienen su segunda residencia en la provincia, y otros seis mil millones de euros al movimiento económico del alquiler de apartamentos, villas y chalets, tanto reglados como los que escapan al control de la Administración. En total, la actividad representa el 17% el PIB. Los datos del estudio son incuestionables: 96.000 empleos al año entre directos e indirectos y una actividad que ayuda a la desestacionalización y concentra, según el informe de los promotores, el 60% del gasto turístico.

En comarcas como la Vega Baja, representa el 80% el empleo ocupando el 13% del suelo (6.000 de las 96.000 hectáreas), por el 20% de la industria y el 65% de la agricultura. En total, en la provincia hay 355 m² por habitantes, por encima de la media europea (300 m²), pero muy por debajo de países desarrollados como Finlandia (1.042 m²), Suecia (703 m²), Bélgica (609 m²), Dinamarca (581) y Francia (457). En cuanto al perfil de estos turistas residenciales de la Costa Blanca y su relación con el medio ambiente, el informe destaca su apego por la movilidad sostenible y la utilización de energía renovables.

Caída de precios en julio

Por otra parte, el precio medio de la vivienda nueva y usada en España se abarató en julio un 0,9% respecto al mes anterior, por lo que acumula una caída del 1,9% desde la declaración del estado de alarma en marzo y se sitúa en el nivel de hace un año, según el índice general de la estadística Tinsa IMIE General y Grandes Mercados. De esta forma, por primera vez desde agosto de 2016, la variación interanual del índice nacional entra en terreno negativo (-0,03%), según reveló ayer el director del Servicio de Estudios de Tinsa, Rafael Gil, quien explicó que por segundo mes consecutivo se observan descensos generalizados en los grupos analizados.

La costa mediterránea mantiene una brecha importante respecto a los precios máximos alcanzados en 2007, con un descenso del 44,4%. La caída acumulada también supera la media española en las áreas metropolitanas (-39,9%) y en el grupo resto de municipios (-34,8%). De acuerdo con las tasaciones realizadas por Tinsa, el ajuste está siendo más acusado en los mercados más expuestos a la demanda extranjera y el turismo, como son las islas y la costa.

En concreto, el precio medio en Baleares y Canarias se ha abaratado un 5,9% en el último mes, situando en el 8,2% el descenso acumulado desde marzo en este grupo. Por su parte, en la costa mediterránea, donde se incluye a la Costa Blanca, el ajuste ha sido del 2,4% en julio respecto al mes anterior, lo que eleva al 6,1% la caída acumulada desde marzo, cuando empezó a sentirse con fuerza la crisis económica generada por el covid. El estudio de Tinsa también muestra que el precio medio de la vivienda nueva y usada se ha incrementado un 15,6% desde que tocara suelo en febrero de 2015 durante la crisis anterior. De su lado, la diferencia respecto a los máximos de 2007 se traduce en una caída acumulada del 33,7%.

Ventas online con clientes rusos que están deseando volver a la provincia

En cuanto al arranque del sector tras el desconfinamiento, el mes de julio ha sido un tanto irregular pero positivo en líneas generales. Los promotores esperaban más por la demanda contenida pero se muestran satisfechos. El mercado británico está ahora mismo muy parado, pero el alemán funciona y se están cerrando hasta operaciones por videoconferencia con inversores rusos y ucranianos, «que están deseando volver a la provincia. Yo creo que cuando se vuelvan a abrir las fronteras va a haber una avalancha de turistas rusos», señaló ayer Pablo Serna, consejero-delegado de TM. Un julio que llegó tras una parálisis importante durante los meses duros del confinamiento hasta el punto de que en mayo -último mes analizado-, y en comparación con el mismo mes de 2019, la compraventa de viviendas registradas en Comunidad Valenciana cayó un 63,7% (mismo resultado que para el total de inmuebles), alcanzando las 2.654 transacciones. Fue la segunda comunidad autónoma donde más cayeron este tipo de operaciones, por detrás tan solo de Canarias, situándose diez puntos por encima de la caída media nacional (-53,1%). En España, los registradores de la propiedad pasaron de las 46.000 operaciones de mayo de 2019 a menos de 22.000 el pasado mayo. Paradójicamente, pese al freno en abril y mayo, el número de hipotecas firmadas solo desciende un 7% interanual en el acumulado de los cinco primeros meses (enero-mayo).

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