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La crisis climática provocará un 25% más de gotas frías en el Mediterráneo

La Agencia Europea del Medio Ambiente alerta de que el calentamiento de la atmósfera es ya casi irreversible

La crisis climática provocará un 25% más de gotas frías en el Mediterráneo

El riesgo de lluvias torrenciales e inundaciones en España va a aumentar un 25% en los próximos 50 años y la provincia de Alicante es una de las zonas más amenazadas de Europa por el aumento de la temperatura del nivel del mar, consecuencia del cambio climático. Así lo demuestran los datos recogidos en el nuevo portal de mapas «Impacto del cambio climático en Europa» elaborado por la Agencia Europea del Medio Ambiente a través de la plataforma ArcGIS de Esri. El objetivo es mostrar el impacto del cambio climático en Europa en los próximos años. Los autores del estudio advierten también de que España y Portugal son los países europeos más castigados por las sequías, lo que significa que el riesgo de desertificación podría aumentar también en todas las regiones de la península ibérica.

«La cuestión es que el calentamiento está afectando ya a la circulación atmosférica general y se están formando más gotas frías que antes en el Mediterráneo. Por lo tanto, el riesgo de inundaciones será mayor en las próximas décadas», subrayó ayer Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante. Para Olcina, la provincia debe acometer dos actuaciones urgentes. Por un lado, «evitar la ocupación de zonas inundables y desalojar aquellas áreas que estén situadas en zonas de alto riesgo y, por otro lado, acondicionar los sistemas de alcantarillado de las ciudades para que se adapten a la nueva forma de llover, más intensa, que está experimentándose ya por efecto del calentamiento climático», subrayó el climatólogo.

Sequías, inundaciones e incendios forestales son algunos de los fenómenos recogidos en el portal, analizados con base en distintos informes de la Agencia Europea del Medio Ambiente. El portal recoge comparaciones que muestran el efecto del cambio climático en Europa en dos situaciones distintas: un escenario de bajas emisiones y otro de altas emisiones. De esta manera, se puede comparar cuál es el efecto del cambio climático a lo largo del siglo XXI en Europa, tanto si se acometen políticas para paliarlo como si no se hace.

Por otro lado, la actividad de agricultores y ganaderos también podría verse afectado de distinta manera en función del escenario de emisiones a lo largo del siglo XXI. En el peor de los casos, los productores de la mayoría de comunidades autónomas podrían ver una disminución de hasta el 10% de sus ingresos, mientras que, en el mejor escenario posible, estos podrían aumentar más de un 5% en Castilla y León, País Vasco y Asturias, y un aumento de entre un 0,5 y un 5% en el resto de la península, salvo en la Comunidad Valenciana, donde se experimentaría una variación de entre el -0,5% y un aumento del 0,5%.

Jorge Olcina ha alertado en muchas ocasiones, la última a raíz de la Dana que asoló la Vega Baja hace ya casi un año (septiembre de 2019), que las inundaciones van a ser más frecuentes. «Debemos acostumbrarnos a que las gotas frías se van a producir más y en cualquier época del año. Hay dos factores que las convierten en especialmente peligrosas: la circulación atmosférica origina, en este ciclo de calentamiento climático, más gotas frías, y el mar Mediterráneo, que es la gasolina que forma estas nubes tan enérgicas, cada vez está más caliente a final del verano».

Olcina subraya que «solo queda adaptarse a lo que vamos a experimentar en el futuro. Un clima algo más extremo, con cambios bruscos en el tiempo atmosférico y fenómenos extremos más frecuentes». Según el climatólogo, el encauzamiento del Segura no es del todo seguro. No está preparado para el tipo de lluvia mediterránea que se está produciendo en los últimos años, mucho más intensas y hay que repensar en llevar a cabo una nueva fase del plan de defensa de avenidas especialmente en el propio cauce del río.

El encauzamiento actual tiene, por ejemplo, dos puntos por solucionar: Orihuela y Rojales. Especialmente en Orihuela, porque ya en octubre de 2000 estuvo a punto de desbordarse el río. Por los tanto, hay que solucionar este tema». La alternativa podría pasar por la construcción de un by-pass que funcione en los momentos de crecida. No se trata de sacar el río de la ciudad, porque es un elemento cultural de la misma, pero si tener preparado un nuevo canal de evacuación de aguas que desvíe las crecidas, entre la pedanía Aparecida y Bigastro.

Por otro lado, el informe de la Agencia Europea del Medio Ambiente recuerda hasta más de tres millones y medio de europeos podrían ver afectados por la crecida del nivel del mar. Tal y como reflejan los mapas, en un escenario de bajas emisiones, las costas europeas experimentarían un aumento medio del nivel del mar de entre 0,2 y 0,4 metros, exceptuando el norte del Mar Báltico y la costa del Atlántico norte, que están experimentando un aumento considerable de la tierra debido al rebote post-glacial. Si no se logran rebajar las altas emisiones de gases de efecto invernadero, las costas experimentarían un aumento medio del nivel del mar entre 0,4 y 1 metros (según algunos estudios, hasta 2,5 metros). Si las costas europeas no se adaptan a este fenómeno, las pérdidas anuales estimadas en las 17 principales ciudades costeras de la Unión Europea podrían alcanzar los mil millones de euros en 2030.

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