Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La fiscal superior informó sobre Briones fuera de plazo, sin que tuviera que hacerlo y sin decírselo

El escrito de Teresa Gisbert sobre los méritos del fiscal anticorrupción para aspirar a la jefatura de la Fiscalía de Alicante está firmado cuatro días después de cerrarse el concurso y no se lo envió al interesado hasta horas antes de celebrarse el consejo fiscal

El fiscal anticorrupción Felipe Briones. // La fiscal superior de la Comunidad, Teresa Gisbert. Rafa Arjones // Kai Försterling

Ninguna obligación tenía la jefa de la Fiscalía del Tribunal Superior de la Comunidad de emitir un informe acerca de los méritos de Felipe Briones como aspirante a fiscal jefe de Alicante. Ni la orden por la que se convoca el concurso lo exige ni, aunque hubiera decidido hacerlo por deferencia en calidad de superiora, Teresa Gisbert lo es del fiscal anticorrupción de Alicante dada su dependencia directa de la Fiscalía que dirige Alejandro Luzón.

La orden recoge que los aspirantes «podrán» acompañar a su instancia informes de sus respectivos jefes y cuantos méritos, títulos y publicaciones consideren de interés, pero en ningún caso establece que sea preceptivo hacerlo.

Lo único realmente obligatorio para aspirar a la jefatura de una fiscalía provincial es que el candidato lleve al menos una década en la carrera fiscal y que presente un plan de actuación, el proyecto que quiere desarrollar en el departamento. Requisitos que cumplían con creces tanto Briones como Jorge Rabasa, quien se impuso por siete votos a cuatro y se dispone a emprender su segundo mandato después de seis años al frente de la Fiscalía.

El informe de Gisbert sobre las cualidades de Rabasa para ocupar el puesto lleva fecha del 8 de julio (el mismo día que la orden apareció publicada en el BOE) y fue el propio interesado el que lo remitió a la Fiscalía General junto a la solicitud y al resto de la documentación que estimó oportuna, tal y como establecía la orden.

El informe sobre Briones no solo está fechado el 22 de julio, cuatro días después de que expirara el plazo para presentarse, sino que el interesado nada supo de él hasta pocas horas antes de la reunión del consejo fiscal, que se celebró el miércoles y el jueves de esta semana, con lo que dificilmente pudo adjuntarlo a su solicitud. Un escrito escueto, que la propio Gisbert envío a Briones por correo a las 22.56 horas del día 28, en el que destaca el compromiso del candidato con la defensa de los derechos de los extranjeros y el medioambiente y la lucha contra la corrupción, y que concluye afirmando que «vista su preparación he de señalar que no existe ningún inconveniente para acceder la cargo que solicita», una obviedad dados los requisitos antes citados.

Fuentes conocedoras de las negociaciones consideran clave el apoyo de Gisbert para que al final el candidado conservador se acabara imponiendo a Briones, compañero además de la fiscal superior en la Unión Progresista de Fiscales (UPF). Un colectivo que se decantó «sin ningún tipo de dudas y sin ambages» por su asociado, según precisó ayer Teresa Peramato, su presidenta.

Peramato tachó el proyecto de Briones de «dinámico, innovador y que va más allá de una mera organización del trabajo» y, sobre el hecho de que Gisbert se hubiera decantado por el rival de Briones, la fiscal reconoció «la libertad y el derecho de los jefes a hacer una valoración profesional de los aspirantes, a quienes tienen que remitir los informes que sobre ellos elabores», concretó.

Otros miembros de la UPF no se mostraron tan comprensivos con el papel que en este proceso electoral ha jugado la fiscal superior, de la que no entienden que no pusiera más empeño en el apoyo al candidato progresista. Con todo, la decisión última es de la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, incluso con independencia de lo que decida el consejo fiscal.

Compartir el artículo

stats